| 25 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Salvador Illa
Salvador Illa

Elecciones en Cataluña: Illa hará como Sánchez y se entregará a Junqueras

Los catalanes que quieran salvarse del yugo independentista solo tienen tres opciones constitucionales que no darán sorpresas una vez se cierren las urnas.

| ESdiario Editorial

 

Cataluña se enfrenta este domingo a Elecciones con la sensación de que, de una forma u otra, difícilmente se librará del yugo independentista pese a los estragos económicos, democráticos y sociales que ha creado desde que hace casi una década emprendiera una carrera suicida que la ha divido y enfrentado dentro de sus límites y con el resto de España.

Casi ninguna encuesta pronostica una alternativa viable, pese a que el constitucionalismo es mayoritario: la fragmentación hasta en cuatro siglas de esa posición hace muy difícil que prospere un Gobierno respetuoso con las reglas del juego, especialmente porque el primero de ellos en votos, el PSC, dice en campaña una cosa pero hace antes y después la contraria.

Porque no es creíble que apostar por Salvador Illa equivalga precisamente a derrotar a este nacionalismo exacerbado: si Sánchez ha permitido que la gobernación de España, sus presupuestos y su propia investidura dependan de ERC o Bildu, ¿cómo no va a facilitarle a ERC el acceso a la Generalitat, negado ahora hasta la saciedad?

El PSOE de Sánchez ya depende de ERC en Madrid: es de ingenuos pensar que no hará lo mismo en Barcelona

El PSOE sería una opción moderada razonable si no se hubiese desdibujado desde que, a partir de la moción de censura, Sánchez pusiera por delante sus objetivos personales a los intereses del país y se entregara incondicionalmente a una doble intervención del populismo de Podemos y del radicalismo nacionalista de Junqueras y Otegi.

Ni la peor crisis económica y sanitaria de la historia reciente le ha hecho variar ese rumbo, pese a los incontables Pactos de Estado que le ha ofrecido a oposición y los constantes llamamientos de Europa al diálogo entre los grandes partidos nacionales: votar a Illa trasladará a Barcelona esa fórmula vigente en Madrid, y ya encontrará el candidato argumentos para justificar el impúdico volantazo. Sánchez, su mentor, lo ha hecho siempre.

Por eso, quien de verdad quiera un cambio en Cataluña, ha de superar primero la tentación de quedarse en casa. Y después, optar por una de las tres fuerzas constitucionales que no ofrecen dudas de qué harán después del 14F. El resto, o son sospechoso de lo peor o protagonistas de ello.