| 22 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Las banderas de Israel y Estados Unidos quemadas en defensa de Palestina
Las banderas de Israel y Estados Unidos quemadas en defensa de Palestina

Israel se defiende del terrorismo que cierta izquierda parece tolerar

El inaceptable sufrimiento de la población civil palestina no debe nublar el juicio: Israel es el objetivo de un tipo de terrorismo que amenaza a todo el mundo occidental.

| ESdiario Editorial

Naciones Unidas ha convocado una conferencia para tratar de lograr una tregua entre Israel y Palestina, sumidos de nuevo en un pavoroso conflicto que se ha saldado ya con cerca de 200 muertos, en su mayoría palestinos. Entre ellos se cree que puede haber 52 niños y 31 mujeres. Israel ha sufrido 10 bajas y asegura que ha abatido, sobre todo, a 130 terroristas.

El sufrimiento de la población civil es evidente y horrible. Y obliga a la comunidad internacional a hacer todos los esfuerzos a su alcance para detener la lluvia de misiles que surca el cielo en uno de los puntos más complejos y difíciles del planeta.

 

No obstante, la secuencia de hechos demuestra que el inicio de la escalada de violencia, la peor desde 2014, fue obra de Hamás, considerado grupo terrorista en Estados Unidos y Europa: por mucho que se empeñe una parte de la izquierda española en satanizar al país hebreo, en sintonía con una profunda línea antisemita extendida en Occidente; el principal responsable de este drama es el fundamentalismo. Y no quien se defiende de él.

Hamás ha sido el gran desestabilizador de la frágil convivencia firmada por Israel y la OLP en los Acuerdos de Oslo de 1993. Se negó a aceptarlos y, de algún modo, organizó una “Intifada dentro de la Intifada” que partió Palestina en dos, con su control de Cisjordania y el de Al Fatah en Gaza. Durante un tiempo hubo un Gobierno de concentración de ambos bandos, pero la tensión lo rompió y tensó la paz dentro de la propia Palestina.

Hamás es un cáncer para Palestina, un instrumento del fundamentalismo terrorista de Irán e Hizbulá capaz de usar de escudo a la población civil

La organización, desde entonces, se estructura con un ala militar sin piedad y un ala “social” que construye escuelas y se encarga de una cierta atención a los ciudadanos; pero ha dinamitado los puentes con Israel, cuya existencia no reconoce; y condenado al martirio a la población civil.

Israel debe hacer un esfuerzo

Israel, no obstante, no ha ayudado del todo con su resistencia a dejar de ocupar territorios y con la actitud de Benjamin Netanyahu, claro detractor de los Acuerdos de Oslo y partidario de que Israel se expanda al margen de las resoluciones de Naciones Unidas.

Por resumirlo en pocas palabras, Hamás es un cáncer para Palestina, un instrumento del fundamentalismo terrorista de Irán e Hizbulá capaz de usar de escudo a la población civil. Y aunque Israel se defiende y nunca encabeza las ofensivas militares; debe hacer un esfuerzo de pacificación mayor y más sostenido con la complicidad de los países árabes que, como Egipto, pueden ejercer una cierta mediación.