| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso
Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso

Sánchez incrementa su acoso a Madrid con la amenaza de un 155 fiscal

El Gobierno de Sánchez pretende estigmatizar a Madrid con la enésima mentira: es la Comunidad más solidaria con España. Y la más acosada por Moncloa.

| ESdiario Editorial

 

El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, avaló la peregrina idea del presidente de la Comunidad Valenciana de crear un impuesto específico contra los madrileños, a quienes se acusa de practicar "dumping fiscal" y se responsabiliza, nada menos, de las carencias de otros territorios de la España despoblada.

Tanto Escrivá como Ximo Puig ponen letra a una idea que, en realidad, es de Pedro Sánchez: acosar a Madrid por la simple razón de que, allí, gobierna el PP. Lo lleva haciendo desde la primera investidura de Isabel Díaz Ayuso. Y lo ha hecho con caprichosas medidas sanitarias, como un estado de alarma exclusivo justificado con datos falsos;  o con arbitrarias decisiones económicas.

 

Y como la presión directa ha tenido como efecto una respuesta masiva de los electores contra Sánchez, resumida en el peor resultado de la historia del PSOE en los comicios del 4M; ahora se prueba a enfrentar a los madrileños con el resto de España, inventando un abuso que no existe.

Sánchez no soporta que Madrid no le vote y está dispuesto a imponerle ahora un 155 fiscal infame e injusto

Porque Madrid, con la presión fiscal más baja de España, es la Comunidad más solidaria con el resto, hasta el punto de que aporta siete de cada diez euros del fondo de cohesión territorial: es la prueba de que se pueden incrementar los recursos públicos sin asfixiar al contribuyente, generando más actividad económica para subir el número de cotizantes y no la recaudación a cada uno de ellos.

Hay que bajar los impuestos

La derivada política, más allá de la estrictamente económica, es aún más desoladora y prueba el sectarismo sin límites del presidente del Gobierno: es laxo con las Autonomías desleales con España y concede privilegios a quienes más trabajan por destruir un proyecto común. Y duro, sin embargo, con aquellas que creen y defienden esa cohesión pero lo hacen sin votarle a él.

Más allá de eso, la discusión no puede ser dónde hay que subir impuestos, sino cómo bajarlos: es inadmisible que, en plena crisis, el Estado se niegue a ajustar el gasto público en sí mismo, no se prive de nada y se dedique a buscar la manera de aumentar la recaudación a costa del ahorro, la empresa y los trabajadores.