| 19 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Moncloa ya es como la Generalitat: espanta y hace huir a empresas como Nissan

No es solo Nissan ni por la pandemia: la política económica del Gobierno atemoriza a las empresas que ya están y enfría nuevas inversiones.

| ESdiario Editorial

 

 

El pasado 22 de enero Pedro Sánchez garantizó que la planta de Nissan en Barcelona no se cerraría. Ayer, la multinacional anunció que se marchaba de la capital catalana: 3.000 empleos directos y hasta 23.000 indirectos se perderán con este desastre anunciado y no evitado por el mismo Gobierno que hace unas semanas descartaba la marcha.

Se ha abierto una deriva inquietante en el sector del automóvil, dañado como pocos en la pandemia: tres coches se habían vendido en España en los dos meses de confinamiento, dejando en los huesos a un sector clave del país que representa al 10% del PIB y emplea al 9% de la población activa.

Pero hay algo más que excede de la crisis sanitaria. En todos estos meses, el Gobierno ha tratado la automoción igual de mal que al turismo. Ese sector “con poco valor añadido” según Alberto Garzón, el ministro que presumía al principio de la cuarentena de la reducción de las apuestas deportivas.

 

 

Primero se cargó la imagen de los coches diésel anunciando su desaparición. Y después, cuando más esperanza necesitaban las empresas en general, se ha dedicado a anunciar enormes subidas de impuestos, a amenazar a empresarios como Amancio Ortega, a espantar al capital y a la inversión, a señalar al ahorro y a anunciar la derogación de la reforma laboral tras pactarlo con Bildu.

Cuando el delirio independentistas entró en Cataluña por la puerta de la Generalitat, más de 7.000 empresas escaparon por la ventana. La pequeña, la mediana y la familiar lo tienen difícil y el Gobierno lo sabe: no pueden huir. Pero la multinacional puede marcharse cuando quiera: habrá otros sitios donde la traten con educación, con seguridad jurídica e, incluso, con afecto.

Lo de Nissan es un terrible aviso, en fin, de la estampida empresarial que puede haber en España si este Gobierno sigue tratando al principal aliado de la riqueza como el único responsable de la pobreza. Que la firma japonesa haya preferido la Inglaterra del Brexit a la España de Sánchez y Torra lo dice todo.