| 25 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Sánchez juega con la Constitución como cortina de humo o para algo peor

El Gobierno intenta tapar los problemas del presidente con la tesis lanzando una idea que antes había rechazado y que estimula, al tocar la Constitución, al independentismo y al populismo.

| ESdiario Editorial

 

 

En otro alarde de frivolidad que sustituye la propuesta tranquila por la ocurrencia publicitaria, Pedro Sánchez ha anunciado una medida que, en realidad, ni es suya ni la apoyó cuando otros la presentaron. Desde 2013 el ahora presidente del Gobierno ha venido rechazando la desaparición del aforamiento para los políticos, ora propuesta por UPyD, ora por Ciudadanos. E incluido, por cierto, en el programa del PP.

Si a Sánchez le hubiera parecido interesante esa propuesta, o no la hubiera despreciado en el pasado reciente o, ahora, se hubiera sentado a promoverla con el partido de Rivera, que de hecho ya la ha llevado al Congreso, y con el de Casado, que la incluye en su hoja de ruta.

Los independentistas verán una oportunidad de incluir en este debate su conflicto; y Podemos lo endulzará para defender el derecho a decidir.

Prescindir de ese respaldo y presentar la reforma para conmemorar sus primeros cien días en el Gobierno -otra operación de marketing innecesaria- desvela su intención: desviar la atención de la polémica sobre su tesis doctoral, que dista mucho de haber terminado, por mucho que el afectado y sus altavoces hagan lo imposible por enterrarla.

Un presidente débil y frívolo

Es tan burdo el intento como sin embargo eficaz, viendo cómo la práctica totalidad de medios de comunicación han variado su agenda para centrarse en la enésima ocurrencia sanchista, especialmente peligrosa por una poderosa razón: agitar la bandera de la reforma de la Constitución desde un Ejecutivo que depende de los dos bloques ideológicos que más quieren enterrarla es una lamentable manera de alimentar esas intenciones.

 

 

Los independentistas verán una oportunidad de incluir en este debate su eterno conflicto, mientras que Podemos lo endulzará para defender, en la práctica, el inexistente derecho a decidir. Incluso el modelo de Estado, con una monarquía parlamentaria, puede ser ahora objeto de discusión. En el peor momento posible, con el presidente más débil de la democracia y, en consecuencia, con los socios de La Moncloa más exigentes y decisivos.

Por muy de acuerdo que Cs y PP puedan estar con esa propuesta de Sánchez, plagio de otras, deben evitar caer en su juego

Si además Sánchez está pensando en que un eventual desaforamiento de los cargos públicos -que ahora no son impunes; simplemente tienen al Supremo por referencia, sin posibilidad de recurso por cierto- puede perjudicar a Casado; se confirmará su tendencia a jugar con los asuntos estructurales del Estado en función de sus intereses individuales y cortoplacistas.

Ligerezas

Por muy de acuerdo que Cs y PP puedan estar con esa propuesta de Sánchez, plagio de otras por él abortadas, deben evitar caer en su juego. Porque incluso en el caso de que poner en solfa la cuestión territorial no sea la intención del presidente, ésa puede ser la consecuencia de sus ligerezas.