| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Pedro Sánchez, en una entrevista en Moncloa
Pedro Sánchez, en una entrevista en Moncloa

Europa empieza a cansarse de la ineptitud de Sánchez

Los fondos europeos están llegando mal y tarde a las Comunidades Autónomas y al tejido productivo, la mejor expresión de la ineficacia del Gobierno, que ya no puede disimular ante Bruselas.

| ESdiario Editorial

 

Pedro Sánchez no deja de presumir del logro que ha supuesto conseguir que España sea el primer receptor de fondos europeos con los que sostener la recuperación económica después de los daños causados por la pandemia. Oculta el presidente del Gobierno, sin embargo, que es la gravedad de la situación por la que atravesamos lo que motiva que seamos destino preferente para estas ayudas, que para más inri no están llegando en tiempo y forma a los territorios y sectores que lo necesitan.

Más que en colgarse medallas y practicar el autobombo, el Ejecutivo debería concentrar toda su atención en que la administración de las ayudas sea ágil y se perciban lo antes posible sus efectos en el tejido productivo, dos metas que aún están por conquistar. Y esto no es algo que solo echan en falta Gobiernos regionales y agentes económicos, sino que en Bruselas comienzan a estar al tanto con preocupación.

La descoordinación, la falta de transparencia y, en general, el desgobierno están presidiendo la tramitación y la ejecución de estas partidas europeas, cuya ralentización empieza a ser desesperante

La descoordinación, la falta de transparencia y, en general, el desgobierno están presidiendo la tramitación y la ejecución de estas partidas europeas, cuya ralentización empieza a ser desesperante, por más que el discurso desde Moncloa dicte lo contrario. La burocracia ha enfangado un proceso del que han sido excluidas las Comunidades Autónomas, privadas de la gestión compartida y carentes de información para conocer el estado de las entregas y su coordinación.

No es extraño, así las cosas, que la mismísima presidenta de de la Comisión de Control Presupuestario del Parlamento Europeo, Monika Hohlmeier, haya reconocido no sin estupor que ignora cómo “se gasta el dinero España”. Y lo peor es que ni Sánchez parece saberlo, de ahí que haya solicitado más tiempo para dar salida a estas ayudas.

 

Más vale que espabile. Ante todo por el bien de nuestra economía real, cada día más empantanada. Pero también por nuestro crédito ante Europa, donde comienzan a a cansarse de la inoperancia de nuestro Gobierno, al que conviene recordarle que España ha sido la más beneficiada por estas ayudas no por nuestra simpatía o por la generosidad de nuestros socios, sino porque es el estado más necesitado y porque en Bruselas temen el hundimiento de una economía estratégica para la Unión.