¿Por qué en España se muere más y se hunde más la economía que en ningún sitio?

Coincidiendo con el Día del Trabajador, Eurostat nos ha dado un terrible disgusto, para el que estábamos avisados, pero aún sí duele y preocupa por su magnitud y gravedad, con el mayor desplome económico de la historia de España desde la Guerra Civil. Y la dimensión de los daños no se percibirá en toda su extensión hasta junio. 

El PIB español se ha contraído un 5.2%, lo que significa que la actividad económica se redujo un 35% en la segunda quincena de marzo. El país crecía hasta entonces a un ritmo del 0.4%, que tampoco era muy tranquilizador con un mercado laboral como el nuestro y una combinación de deuda y déficit públicos muy negativa, pero ahora el hundimiento es absoluto.

Y esto acaba de empezar. Le está pasando a España pasa con la economía lo mismo que con el virus: todo el mundo ha quedado tocado, pero unos más que otros. La caída media del PIB en la UE ha sido del 3.5%; la nuestra del 5.2%. Y el paro ha crecido del 7.3% al 7.4% en la Unión, mientras que en España ha pasado del 13.6% al 14.5%.

Si la pandemia ha provocado en nuestro país más muertes que en casi ninguno, también más daños económicos. Lo uno va con lo otro. Y aunque nadie lo está pasando bien, casi ninguno lo está pasando así de mal.

Tenemos 519 fallecidos por millón de habitantes, que son doce puntos porcentuales más que la mismísima Italia o cien veces más que Corea si lo prefieren. Y una caída del PIB un tercio superior a la media, con una destrucción de empleo nueve veces superior a la del conjunto de Europa.

De todo ello alguien tendrá que dar cuentas. No nos podemos amparar en que esto ha sido un drama internacional imprevisible e idéntico para todos. Porque no es verdad y todas las cifras lo atestiguan: aquí nos está pasando lo mismo que al resto y el doble. También tendremos, entonces, que exigir el triple de explicaciones y de responsabilidades.