| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Sánchez, bañándose en una cala privada junto al palacio de La Mareta
Sánchez, bañándose en una cala privada junto al palacio de La Mareta

Las lujosas vacaciones de Sánchez: 2.500 euros diarios, doce escoltas y un Audi

Las segundas vacaciones de la familia Sánchez en Navidad, con perro incluido, suponen un gasto público desmedido que ya tiene cifras. Y son asombrosas.

| J.R. España

La imagen de Pedro Sánchez en bañador, tras darse un chapuzón en el mar de Lanzarote lindante con una playa privada del palacio de La Mareta, ha ahondado la polémica al respecto de los gastos, caprichos y viajes del presidente y su familia, resumidos en una palabra ya icónica, el Falcon; y protegidos por un controvertido "Secreto de Estado" que no le ayuda nada.

Y es previsible que la controversia suba al conocerse todos los detalles del gasto y despliegue que está suponiendo el capricho invernal de Sánchez, el único presidente del que se tiene memoria que ha cogido dos semanas de vacaciones en Navidad en dos destinos distintos: sus predecesores descansaban una; él ha hecho doblete en Doñana y en las Islas Canarias.

 

Las cifras, detalladas por El Mundo, llaman desde luego la atención, y no son completas por la imposibilidad de hacer un cálculo preciso del coste total de todos los conceptos. Pero las que sí se saben intensifican la estampa de Sánchez, sea justo o no, como un  amante de los lujos, las vacaciones y los aviones oficiales a costa del erario público.

Sólo la preparación de La Mareta para recibir a Sánchez, su esposa, las dos hijas de ambos y la perrita Turca ha costado 33.000 euros. El Palacio estaba semiabandonado, pero su idílica ubicación engatusó a los DSánchez tras conocerlo por vez primera en octubre: grandes jardines, piscina privada y unas vistas al Atlántico sin precio; en un complejo regalado por la Casa Real al Estado tras recibir el obsequio de la corona de Marruecos.

Vivir allí, siquiera durante unos días, comporta un alquiler de 2.500 euros diarios que Presidencia abonará a la secretaría de Estado de Turismo, en otro gasto al que hay que sumarle decenas de miles de euros más de manera directa o indirecta.

Doce escoltas y un Audi

El coste de doce escoltas, el del servicio que nadie ha precisado pero existe, un Audi de alta gama con cortinillas para los desplazamientos por la isla de Tenerife, la tripulación del famoso Falcon y cada uno de los carísimos viajes del avión (sólo en combustible se calcula un mínimo de más de 2.000 euros por expedición) suponen un enorme coste de decenas de miles de euros para que los Sánchez disfruten de unas largas vacaciones inusuales para el resto de españoles, por lo general limitados a una semana de descanso en estas fechas. O ninguna, caso del autónomo y pequeño comerciantes o pyme.

 

El placer por el descanso y los viajes del líder socialista no es nuevo. Antes de llegar a La Moncloa, cuando se lo pagaba él de su bolsillo, fueron célebres sus escapadas a lugares como Estados Unidos y a playas andaluzas o levantinas próximas a festivales musicales.

Ahora mantiene esos hábitos, pero de otra manera: con más lujos, quizá por la confianza de que al final de mes no le llegará la factura para costearlos. El precio que paga, a cambio, quizá sea en términos de aceptación popular y parlamentarios: una de las estrellas del curso político serán los gastos y la opacidad de la pareja presidencial, que ella misma ha convertido en objeto de curiosidad e indignación nacional.