El atraco de la luz; la incompetencia del Gobierno

El precio de la luz alcanzará en las próximas horas los 291 euros por megavatio, con picos superiores a los 300 euros, para cerrar probablemente una media mensual en diciembre de 221 euros que rompe el récord de octubre en pleno pico de demanda.

En términos prácticos, el consumidor medio de un piso de 100 m2 consume un mínimo de 10 kilovatios al día, con un coste que hoy alcanzará los 0.3 euros, casi ocho veces más que hace un año: un coste desmedido que arruina el compromiso del Gobierno de cerrar el año con precios similares a los de 2018 y le obliga a anticipar nuevas medidas para paliar el impacto en el bolsillo del consumidor.

El Gobierno fracasa en su promesa de volver a precios de 2018 y solo hace brindis al sol como soluciones de futuro

La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, anunció ayer que se adoptarán reducciones fiscales en todos los recargos públicos que pesan en el recibo, con la posibilidad de ampliar en tiempo y beneficiarios la rebaja del IVA del 21% al 10%; la supresión temporal del impuesto de generación eléctrica del 7% y la anulación del Impuesto Especial sobre Electricidad.

Salta por los aires la "operación propaganda" de Sánchez con el recibo de la luz

Pero no dio plazo concretos ni valoró el ahorro que todo ello supondrá para los en torno a 10 millones de hogares más afectados por estar suscritos a la tarifa regulada, la más expuesta a las fluctuaciones del coste de la energía en origen y, en especial, de gas.

Sin soluciones inmediatas

No parece haber solución inmediata, pues, y todo lo más se pondrán en marcha parches temporales para paliar los estragos de los sobreprecios: la estrategia a largo plazo del Gobierno se limita a utilizar hasta 16.000 millones de euros de los Fondos Europeos en iniciar una incierta “transición ecológica” más ideológica que práctica y en cualquier caso muy inconcreta.

Por lo poco que se conoce, apuesta por las renovables, responsables ya del encarecimiento fiscal del recibo; y no mencionan la energía nuclear, clave en la propuesta de países como Francia para sortear el consumo de hidrocarburos; la inestabilidad del precio del gas y el coste de las emisiones de CO2. En todo caso, largo fía la solución para daños abusivos que ya son endémicos.