| 17 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Isabel Rodríguez, ministra de Función Pública
Isabel Rodríguez, ministra de Función Pública

Plaza fija para 300.000 interinos: ¿Justicia o clientelismo electoralista?

La decisión de dar plaza fija a los interinos, sin oposición, responde a las quejas de Europa, pero también consagra un privilegio frente al resto de aspirantes.

| ESdiario Editorial

Hasta 300.000 interinos podrán lograr una plaza definitiva sin concurso público: se trata de todos los empleados públicos que llevan al menos cinco años en esa situación, en concreto desde al menos el 1 de enero de 2016.

El acuerdo del Gobierno con el PNV y ERC pone fin a la temporalidad denunciada por Europa, pero por el método de consolidar plazas y de impedir al conjunto de la ciudadanía presentarse a una oposición para competir por ellas.

Puede ser razonable para los afectados, pero es sin duda un agravio para el resto de potenciales aspirantes: un simple concurso de méritos expulsa del concurso a millones de personas, que deberían tener derecho a intentar lograr esas plazas y que, en muchos casos, llevan años intentando opositar o esperando a entrar en una bolsa de trabajo.

La verdadera "dualidad" del mercado laboral en España es la existente entre el empleo público y el privado

Los beneficiarios, por su parte, podrían haber opositado con una puntuación extra añadida por haber desempeñado esa función, pero sin tener adjudicada la plaza de antemano. De esa manera, tal vez el proceso sería más ecuánime y se disiparía la evidente sensación de privilegio de tintes clientelares.

¿Y la reforma de la Administración?

En todo caso, se confirma de nuevo que la verdadera “dualidad” del mercado laboral en España es la existente entre los empleados públicos y el resto: solo los segundos sufren los rigores de la crisis económica en términos de retribuciones, estabilidad, jornada y condiciones laborales.

Conviene recordar que Europa ha exigido al Gobierno una reforma de la Administración Pública, de la que nada se habla. Quizá sería buen momento para conocer la propuesta de Sánchez, tan desconocida como la de pensiones, la fiscal o la del mercado laboral hasta hace unos días.