La venta de proximidad: Del huerto al consumidor

El pleno del Consell ha aprobado el decreto que regula la venta de proximidad de productos primarios y agroalimentarios, un nuevo marco que va a permitir que agricultores y ganaderos comercialicen sus productos directamente al consumidor final, y potenciar y mejorar la
economía de las pequeñas explotaciones agrarias en la Comunitat Valenciana.

En la normativa se establecen los requisitos, obligaciones y responsabilidades específicas que han de cumplir agricultores y ganaderos  para la venta de proximidad de determinados productos, de los que quedan excluidos alimentos como la leche cruda, los moluscos bivalvos, la carne (excepto el pollo y el conejo, que pueden venderse directamente en la explotación en cantidades limitadas), productos de la pesca y los brotes y semillas germinadas. El decreto también regula las condiciones y requisitos que deben cumplir los cazadores que quieran suministrar pequeñas cantidades de caza silvestre.

A través de la aplicación de las llamadas guías de buenas prácticas de higiene y de vigilancia sanitaria, se garantiza la seguridad del producto y que dicho alimento ha pasado por los controles pertinentes de inspección alimentaria.

La venta de proximidad consiste en la comercialización directa del productor primario (agricultores y ganaderos) y pequeños elaboradores agroalimentarios, al consumidor final. Actualmente la Comisión Europea está promoviendo opciones de comercialización basadas en el desarrollo económico de la pequeña agricultura con una orientación hacia el mercado local, lo que se denomina canales cortos de comercialización en el sector agroalimentario. Puede considerarse definición de canal corto de comercialización como aquel en el que el número de intermediarios o
agentes de comercialización es igual o inferior a uno.

Con esta nueva normativa, el Consell pretende consolidar el turismo rural y la restauración de productos agrarios, favorecer el consumo de los productos de temporada e incentivar una economía más familiar con la creación de microempresas asociadas al ámbito rural, lo que contribuye a la creación de empleo local y a la fijación de la población en zonas que sufren despoblamiento.
Por otra parte se responde al interés de la sociedad por conocer el origen, los sistemas de producción y la sostenibilidad de los alimentos, ya que la normativa contempla la obligación de etiquetar los alimentos con la leyenda: Venta de proximidad de alimentos locales.

Con la norma se da a las pequeñas explotaciones una oportunidad de venta de la que ya gozaban otros estados miembros como Francia, Italia, Austria etc. donde había una gran tradición de compra de productos (quesos, pollos, conejos etc.) en la propia explotación, pero con las máximas garantías en cuanto a seguridad alimentaria, que era el obstáculo que las autoridades sanitarias obligaban a precisar para autorizar este tipo de comercialización agroalimentaria.