Elche se suma a Valencia y Castellón en detectar partículas covid en el aire

La ciudad de Elche se ha sumado a las ciudades de València y Castellón en un estudio científico pionero basado en la medición del SARS-CoV-2 en el aire de los cascos urbanos para el futuro diseño de un sistema de alertas que ayude a las autoridades sanitarias anticipar posibles brotes.

La catedrática Nuria Galindo, del Laboratorio de Contaminación Atmosférica de la facultad de Física de la Universidad Miguel Hernández (UMH), ha colocado una estación de medida atmosférica en la plaza ilicitana de la Glorieta, que se suma a las situadas hace unas semanas en las plazas del Ayuntamiento de València y del Pescado de Castellón, en un proyecto liderado por Juana Mari Delgado-Saborit, de la Universitat Jaume I (UJI).

En el corazón de la vida social

El aparato instalado en el centro de Elche recoge muestras de aerosoles atmosféricos para identificar la carga genética del virus de la covid-19 para tratar de ayudar a alertar al sistema sanitario de futuros brotes. Para la ubicación se ha escogido una de las plazas donde hay más terrazas de hostelería ya que los clientes, como es lógico, se retiran la mascarilla para sus consumiciones, lo que hace especialmente interesante conocer la presencia del virus en el aire, según la investigadora Galindo.

El rector de la UMH, Juan José Ruiz, ha comentado que este proyecto científico es parecido a otros que se centran la detección de la covid-19 en el análisis de las aguas residuales, y ha confiado en que los resultados sirvan para un futuro modelo predictivo que ayude a evitar contagios. Por su parte, el alcalde ilicitano, el socialista Carlos González, se ha felicitado de que Elche se sume a esta estrategia contra el virus mediante una herramienta "muy valiosa para la alerta y predicción" en la lucha contra la pandemia sanitaria.

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González ha afirmado que todo esfuerzo es poco contra un "enemigo microscópico que tanto daño hace desde los puntos de vista social, sanitario y económico". Además, la concejal ilicitana de Medio Ambiente y Contaminación Acústica y Ambiental, Esther Díez, de Compromís, ha contextualizado este proyecto dentro del estudio más amplio del ayuntamiento de la contaminación atmosférica, y ha incidido en que algunos de los últimos trabajos de expertos sobre la covid-19 enmarcan su aparición y desarrollo en el cambio climático.

El estudio está financiado por la Fundación BBVA y el equipo de investigación está integrado, además de la UJI de Castellón y de la UMH de Elche, por la universidad de Valencia, la Fundación FISABIO y la Dirección de Cambio Climático y Calidad Ambiental de la Generalitat. La estación de la Glorieta ilicitana integra medidores que captan el aerosol atmosférico con un gran caudal de muestreo (500 litros por minuto) de la marca MCV. Uno de esos medidores cuenta con un cabezal de selección de partículas finas (2,5 micras de diámetro) y otro con un cabezal de selección más gruesas (10 micras de diámetro).