| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El espía que se fue de vacaciones

Es igual que en el Gobierno de España hoy, un Ministro dice una cosa y a unos kilómetros de allí, otro de los Ministros te afirma lo contrario

| Sergio Morales Edición Elche

Feliz fin de semana. Para nosotros, los levantinos, ya empieza lo que llamamos " el buen tiempo", ya vamos tocando los 25º y eso significa que se ha abierto la puerta de la playa. Esos cuerpos blanquecinos, como recién salidos de una de las películas de "vampiros", empiezan a pasar por "el tostador", para ir tomando el color dorado que tanto caracteriza a los que se pasan una mano de crema por el cuerpo y luego se ponen "vuelta y vuelta", tumbados en la arena. Recuerdo que una buena amiga se llevaba libros de historias de invierno, para compensar el enorme calor que suponía estar al sol.

Me viene a la memoria que Jacintito "el de la Tomasa", llegó a coger vacaciones, aprovechando el sol de la primavera, cuando trabajaba de espía en Albacete. No sabiendo muy bien qué podía hacer en esos días de descanso, decidió hablar con su madre para preparar un viaje, algo corto, pero que le procurara una experiencia intensa, porque Jacintito era así, intenso, por eso había escogido la profesión de espía en aquel pueblo de Albacete. 

Jacintito anunció sus vacaciones al C.N.I. con una frase lapidaria: "Que espíe aquí otro, que me cojo una semana de vacaciones". La Tomasa, que temía por la estabilidad del puesto de trabajo de su hijo, llamó a la Directora del C.N.I. para preguntarle si eso de irse de vacaciones podía suponer que lo despidieran, porque si era así, ella, La Tomasa, estaba dispuesta a quedarse en Robledillo de Arriba, sin visitar la playa. Pero la tranquilizaron, le comentaron que unas vacaciones era normal que se tomara, además los espías son como los comerciales, aunque estén de vacaciones, ellos, los comerciales, siguen vendiendo y atendiendo, aunque sea por teléfono. Pues así son los espías, ellos miran continuamente lo que pasa a su alrededor, e informan, porque para un espía, todo es sospechoso. Que uno tira un papel al suelo y pasa el barrendero y lo recoge, se fijan si el papel va a la papelera, si el barrendero lo lee antes, si se quita el traje de barrendero y se mete en un coche, y cosas así, que pasan pero que no nos damos cuenta.

Jacintito, en sus vacaciones en Benidorm, que fue allí donde decidió pasarlas, vio cómo un señor recogía los excrementos de su perro y los metía en una bolsita, después anduvo unos doscientos metros antes de dejarlos en una papelera pública, pero se había saltado una que había en el camino. Jacintito apartó a la Tomasa a un lado para seguir al señor y a su perro, al tiempo que oyó un golpe entre dos coches, ahí fue cuando se dio cuenta que todo era una señal, un mensaje para que un coche abordara en una esquina a otro, intentó retener al señor que llevaba el perro, con la excusa tonta de que era testigo del golpe y, en cuanto llegó la policía local, les explicó que era del C.N.I. y les entregó al señor con el perro como sospechoso del golpe. La policía local no tuvo ninguna duda... aquello era fruto del alcohol, digo el golpe entre los dos coches. Jacintito tomó nota de todo al llegar al hotel, incluso hizo un retrato robot del señor y del perro. Jacintito tenía buena mano para el dibujo, le gustaba, intentó adentrarse en la pintura, cuando era niño, pero cuando llegó a la acuarela, se dio cuenta de que en su pueblo había poca agua, y esto era fundamental para ese tipo de pintura, así que abandonó esta afición.

 

Jacintito se dio cuenta de que había restaurantes en los que los camareros estaban como "peleados" entre sí. Uno venía y te aconsejaba un plato, el otro o te decía que no quedaba de ese plato, o te decía que era mejor, rotundamente mejor, otro de los platos ofertados. Total que comer era toda una experiencia. Pasaba igual que en el Gobierno de España hoy, un Ministro dice una cosa y a unos kilómetros de allí, otro de los Ministros te afirma lo contrario, eso sí, muy unidos y muy de acuerdo, como aquellos camareros que conoció Jacintito.

La vida de un espía no es fácil, nada fácil. Pero cuando se meten a ayudar los que mandan, entonces se complica mucho más

 

Antes de partir hacia Benidorm, Jacintito recibió un encargo especial, recibió un mensaje que parecía en clave: "Jacintito, espíate a ti mismo. Firmado EL C.N.I." Oye qué trabajo más complicado. Jacintito pensó que debía enviar un informe de lo que hacía y con quien hablaba esos días, Lo más complicado era... hacerlo sin que él mismo se diera cuenta. Para que se hagan una idea, lo que le ha pasado al Presidente estos días, o algo parecido.

La vida de un espía no es fácil, nada fácil. Pero cuando se meten a ayudar los que mandan, entonces se complica mucho más.

Para La Tomasa fueron una vacaciones inolvidables, se había metido en la playa, eso sí con medias y tacones, porque ella era muy decente, no como las que se tumbaban al sol desnudas. Semejante visión supuso hacer una "novena" a la Virgen, cuando volvió a Robledillo de Arriba, eso sí, de acuerdo con el Párroco, que les ayudó, tanto a ella, como a Jacintito, para que se reencontraran con Dios y con la decencia.

Después de lo de Jacintito, el C.N.I. ha tenido una vida complicada siempre, pero mira, ahí siguen y seguirán, aunque es posible que los "dimitan" a todos, según voy viendo los periódicos de estos días..

Yo disfrutaré, este fin de semana, de una fideuá, uno de mis platos favoritos. Sé que, en Denia, mi amigo Pepe Crespo, disfruta de las mejores, pero bueno, desde la humildad culinaria del campito en el que me escondo habitualmente, elaboraremos con esmero este plato, para maridarlo con vino de Alicante, que cada día, tenemos mayor  y mejor oferta.

"Satúrense de amor, porque así no tendrá espacio ninguna emoción negativa hacia los demás" (Sergio Morales)

Como siempre, servidor de ustedes y afectísimo... Sergio Morales Parra