| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Lombriz de California criada en la universidad ilicitana
Lombriz de California criada en la universidad ilicitana

Las lombrices pueden transformar el plástico en fertilizante

El proyecto AP- Waste, en el que participa la la Universidad Miguel Hernández demuestra que las lombrices son buenas para el campo y pueden transformar el plástico en abono agrícola

| Redacción Elche Edición Elche

 

El proyecto AP- Waste, en el que participa la UMH, perfecciona un método en favor de la economía circular. Según este estudio los residuos plásticos pueden transformarse en humus de lombriz (un fertilizante natural) y de este modo reducir la huella de carbono agraria. 

El uso de agroplásticos tiene múltiples beneficios para los trabajadores del campo, pero si no se actúa con ellos adecuadamente tras su uso, se convierten en residuos de difícil eliminación. En Europa existen 110.000 hectáreas de invernaderos y túneles plásticos y la mitad de ellas se encuentran en territorio español, por lo que es especialmente importante encontrar una alternativa medioambientalmente viable en nuestro país.

En este experimento, el procesado de los residuos se elabora a través de la acción de varios insectos: En primer lugar, actúa el gusano de la harina, que tritura los plásticos. Después, el compuesto pasa por la mosca soldado negra y por último el sustrato es transformado por una especie la lombriz roja de California, que se cría en la Universidad de Elche.

Actualmente el equipo de investigadores está evaluando el porcentaje de sustrato contaminado que son capaces de soportar y transformar las lombrices con objeto de obtener un fertilizante homologado apto para comercialización.

Este estudio demuestra, que las lombrices son un buen indicador medioambiental, porque son señal de que el suelo no está excesivamente contaminado, o que, en el peor de los casos, se puede recuperar.

En el proyecto colaboran el sistema de recogida de envases agrarios, el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC), el Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística y la empresa Repsol.