| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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En septiembre de 2019 se presentó el Plan Vega Renhace
En septiembre de 2019 se presentó el Plan Vega Renhace

Donde coinciden el Plan Vega Renhace y el de la recuperación de Orihuela

Señores gobernantes, pónganse de acuerdo quienes tienen la obligación de atender el interés general y empiecen ya a dar frutos en vez de discursos, estudios, planes y proyectos

Al poco de producirse la DANA de septiembre de 2019, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, tuvo la feliz idea de convocar a entidades, organismos, políticos y personas interesadas en la reparación de los daños ocasionados en la comarca y la preparación de la Vega ante los eventos atmosféricos y naturales extremos que pudieran afectarle en el futuro, apoyándola en la búsqueda de un modelo más sostenible de desarrollo. El objetivo del Plan de Regeneración de la Vega Baja era convertir la catástrofe en una ocasión para impulsar un entorno resiliente que favoreciera la regeneración económica y social de la zona, al tiempo que promover un desarrollo que posibilitara una mayor vertebración del territorio de la Vega Baja con el resto de la Comunidad Valenciana. 

Puso el molt honorable al frente de la operación a la directora general de Análisis y Políticas Públicas, Ana Berenguer, que contó con la asistencia de Jorge Olcina y Antonio Alonso Miravete en calidad de comisionados. Los resultados, después de intensas reuniones de trabajo, se presentaban en septiembre del pasado año y quedaron plasmados en un documento de cuyo seguimiento se ocupa –por nombramiento directo como asesor del presidente- el propio Toño Alonso. Una comprometida responsabilidad, sin duda, de la que habrá de responder el almoradidense cuando se cumpla en diciembre el año de su nombramiento. 

Por su parte, el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, no quiso quedarse atrás y en julio del pasado año convocaba la primera reunión del Consejo Cívico para la Recuperación Social y Económica de Orihuela, encargando su desarrollo a la concejalía de Participación Ciudadana que dirige Almudena Baldó, y dando voz a casi cuarenta representantes de la sociedad civil oriolana. Pese a la escasez de reuniones, llegaron las propuestas de los diferentes grupos de trabajo que se incorporaron al documento final donde se mezclan importantes proyectos de presente y de futuro con simples cuestiones de gestión ordinaria, cuya atención y solución corresponde al día a día del normal funcionamiento de cualquier administración local.  

Las citadas propuestas se agrupaban en las siguientes áreas: reforzamiento del patrimonio histórico artístico y cultural, recuperación del sector turístico, mejora de los servicios esenciales del municipio (sanidad, servicios sociales y emergencias), impulso de grandes proyectos, recuperación económica y de empleabilidad en los sectores de comercio e industria y fortalecimiento del sector agrícola y potenciación del desarrollo rural. Sin embargo, un lector mínimamente crítico observará inmediatamente que los informes de viabilidad adolecen de algo tan fundamental, en la mayoría de propuestas, como los correspondientes presupuestos. Se hace preciso, pues, subsanar este detalle medular para que dichos informes vayan más allá del común y genérico “Podemos decir que desde el punto de vista socio-cultural son viables…” 

En junio de este año se presentaron las conclusiones del Consejo Cívico. La concejala de Participación Ciudadana calificó el documento de “libro blanco que recoge nuestro presente y futuro, donde podremos encontrarnos con propuestas que, en algunos casos están ya en marcha, en otros están en fase de proyecto y, finalmente, otras serán abordadas en los meses venideros”. En este sentido, Bascuñana explicó que el Consejo Cívico era “la manifestación del esfuerzo colectivo de todos los representantes de la ciudadanía para buscar juntos una salida global, social y económica a nuestro municipio". Y añadió que “Es muy importante tener un proyecto de ciudad, saber dónde queremos llegar, saber qué queremos hacer, pero un trabajo que salga de la base de la participación de todo un pueblo es el mejor que podemos tener”. Totalmente de acuerdo. 

Además, el frontispicio del documento municipal no podía tener mejor comienzo que los versos de Miguel Hernández: “Quien se para a llorar, 

                                      quien se lamenta contra la piedra hostil 

                                      del desaliento 

                                      quien se pone a otra cosa que no sea el 

                                      combate 

                                      no será un vencedor, 

                                      será un vencido lento”. 

Por eso, me atrevo a realizar un rápido ejercicio comparativo de las propuestas contenidas en ambos Planes de Recuperación concernientes al municipio de Orihuela, con la cándida esperanza de una obviedad –todas las Administraciones deben buscar el bien común de la ciudadanía- para que se produzca, por una vez, la conjunción de fuerzas que haga más rápida la ejecución de los planes y programas aprobados. Así, nos encontramos con que entre las 28 actuaciones concretas del Plan Vega Renhace -Eje 3, Desarrollo Económico, Actuación 20-, figura: “Gestión inteligente del patrimonio cultural. El proyecto pretende posicionar a Orihuela como referente en la gestión inteligente del patrimonio cultural de la Comunidad Valenciana”. Y asimismo (Actuación 23) se especifica: “Creación del Distrito Digital de Orihuela y puesta en marcha de un Centro de Economía Creativa y Digital (Vivero de Empresas innovadoras, Lanzadera de Economía Digital, Hub Creativo) …”. 

 

En cuanto al tema agrícola, el Plan Renhace se ocupa del asunto, en el mismo Eje 3: “Impulso al sector agroalimentario y mejora de los procesos agrícolas mediante el uso de las nuevas tecnologías e Inteligencia artificial aplicada a la agricultura”. Por citar solamente lo más destacable, con independencia de otras propuestas que coinciden transversalmente en ambos Planes de actuación, como las relativas al plan de dinamización y gobernanza turística, impulso del turismo residencial, mejora de la red de transporte público, sistemas urbanos de drenaje sostenible, plan de limpieza integral del río Segura, mejora de la depuración de aguas residuales y su reutilización para la agricultura, canalización de las ramblas y otros cursos de agua que afectan a núcleos urbanos… 

Por lo que respecta al Plan de Recuperación Social y Económica de Orihuela, tenemos -sin ánimo de ser exhaustivos- varias propuestas coincidentes con el Vega Renhace: gestión inteligente del patrimonio cultural y digitalización de los recursos culturales (Objetivo 2.1), impulso al sector turístico (Objetivo 2.2), la puesta en marcha de un Centro de Economía Creativa y Digital-Campus Internacional (Objetivo 2.4, coincidente además con lo previsto en el Plan Director del Centro comercial abierto ‘Orihuela Village’ del que hablaremos en otro momento),  o el fortalecimiento del sector agrícola y del desarrollo rural (Objetivo 2.6). Hay, pues, común faena por donde comenzar. 

 

Existe un dicho popular muy socorrido - “La unión hace la fuerza”-, aunque realmente procede del “nace una fuerza de la unión de los hombres”, según escribió Homero. Pero, en cualquier caso, sirve el lema para estimular situaciones como esta que comentamos. Señores gobernantes: háganle caso al autor de la Ilíada; pónganse de acuerdo quienes tienen la obligación de atender el interés general y empiecen ya a dar frutos (presupuesto en mano) en vez de discursos, estudios, planes y proyectos. Que de éstos –y de sus comisiones asesoras- ya estamos saturados.