| 27 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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El alclade de Orihuela, Emilio Bascuñana, junto a los agentes y altos cargos de la Policía Nacional
El alclade de Orihuela, Emilio Bascuñana, junto a los agentes y altos cargos de la Policía Nacional

Servir y proteger en Orihuela

El Auditorio de la Lonja fue el escenario elegido para la entrega de premios del concurso de tiro policial y el reconocimiento a los miembros del Cuerpo de Policía Nacional condecorados

Novedad en la recuperada celebración de los patrones de la Policía Nacional en Orihuela fue la donación a la Comisaría de una imagen del Santo Ángel de la Guarda, obra realizada por el artista oriolano Ricardo Cánovas, atendiendo un encargo de la Asociación Santo Ángel 2000. El deán de la Catedral, José Antonio Gea (que concelebró la misa mañanera con el director del Colegio Santo Domingo, José Antonio Fernández Corredor), bendijo la imagen que –en palabras del jefe local de Policía Nacional, Juan Manuel España- “es el que nos protege del peligro y vela para que nuestras intervenciones sean guiadas siempre por la Ley, la Justicia y la conciencia”. El maestro Santiago Casanova se ocupó de que funcionara a pleno rendimiento el órgano romántico del templo catedralicio y hubo también ofrenda de una corona de laurel, en recuerdo de los policías fallecidos durante el último año.

Los actos conmemorativos de la festividad de los Santos Ángeles Custodios, patronos de la Policía Nacional, contaron –junto al jefe de la Comisaría Local- con la presencia del alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana; el magistrado decano de los Juzgados de Orihuela, Miguel Rivera Muñiz; la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número Dos, María Elena García Moreno; y representantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, Policía Local, así como de diversas instituciones de la ciudad y comarca. El Auditorio de la Lonja fue el escenario elegido para la entrega de premios del concurso de tiro policial y el reconocimiento a los miembros del Cuerpo de Policía Nacional condecorados con la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco: subinspector Eduardo Jaime Guillén Léster, y policías Antonio Sánchez Lorente y Francisco García Santiago.

 

El motivo por el que estos miembros de la Comisaría han ingresado en la Orden del Mérito Policial ha sido su denodado esfuerzo en la lucha contra el tráfico de sustancias estupefaciente a pequeña, mediana y gran escala, concretado en dos acciones relevantes. ‘Operación Poeta’: más de 1.300 plantas de marihuana incautadas, con un peso superior a los 300 kilogramos, además de dinero en efectivo y otros efectos e instrumentos para su cultivo, elaboración y venta. ‘Operación Vicent’: desarticulación del mayor laboratorio de producción de cocaína intervenido en el Levante español: más de 52 kilogramos de cocaína con una pureza del 87%, en torno a 3.000 litros de precursores para su preparación, estimándose suficientes para procesar alrededor de 600 kilogramos de la sustancia estupefaciente, que habría tenido en la calle un valor aproximado de 14 millones de euros. Entre otros efectos e instrumentos para la elaboración, distribución y venta de droga, se intervinieron también enormes cantidades de dinero en efectivo, más de 20 vehículos de alta gama y armas de fuego real.

¿Cuántas vidas puede arruinar una producción de 600 kilos de cocaína? ¿Cien? ¿Quinientas? ¿Mil?

 

Juan Manuel España llevó la emoción a los presentes, cuando reflexionó: “Es imposible cuantificar las vidas salvadas al impedir no solo la producción de esa partida sino todas las futuras elaboradas en ese laboratorio. ¿Cuántas vidas puede arruinar una producción de 600 kilos de cocaína? ¿Cien? ¿Quinientas? ¿Mil? Cuando les estaba elogiando la cantidad de vidas salvadas gracias a su esfuerzo, los tres compañeros condecorados este año, me dieron una nueva lección, en esta ocasión de equidad, integridad y de la transparencia de sus principios. Esto fue lo que me dijeron: ‘Ha merecido la pena por una sola vida puesta a salvo del peligro’. ¡Una sola vida puesta a salvo! Esto es lo que es ser Policía Nacional”.

Y fue a más en sus palabras el inspector jefe. Se apoyó en Edmond Burke (“Para que el mal triunfe basta con que los hombres buenos no hagan nada”) a la hora de resaltar cual es la actitud de los y las policías de la Comisaría que dirige: “Puedo afirmar ante ustedes, como representantes de la sociedad oriolana, que la Comisaría de Orihuela esta rebosante de mujeres y hombres buenos, dispuestos a la acción. Esta, sin duda, es la mejor garantía de seguridad, libertad, bienestar y prosperidad que la Policía Nacional puede ofrecer a los oriolanos”.

También recibieron público reconocimiento –ya que debido a las medidas Covid-19 no fue posible celebrar el homenaje el pasado año- los condecorados del año 2020 con la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco: subinspector, Juan Antonio Gambín Serrano, y los policías Víctor Maldonado López y Sergio García Rodríguez. Sobre estos funcionarios, el jefe de la Comisaría de Orihuela dijo que los dos primeros fueron condecorados por sus decisivas y arriesgadas intervenciones ante la violencia de la naturaleza durante la DANA de septiembre de 2019 y el policía García Rodríguez fue condecorado por sus decisivas y arriesgadas intervenciones ante la violencia humana, como integrante de las Unidades de Intervención Policial, durante los graves desórdenes públicos de Cataluña en otoño de ese mismo año.

En su discurso, Juan Manuel España puso de relieve que los policías condecorados sacrificaron su tiempo y vida personal sacrifican su tiempo y vida personal, cuando se lo demandaron las circunstancias. Y lo hicieron no solo porque sea su deber o su vocación, “sino también porque son conscientes que de ellos depende la seguridad de la sociedad a la que servimos”. El jefe de la Comisaría local arrancó un fuerte aplauso cuando afirmó que “sobre los tres compañeros condecorados, y solo sobre ellos tres, ha recaído todo el peso de la investigación, subrayando que “Las vigilancias, los seguimientos, las incontables horas de visionado de imágenes y de escuchas en festivos, fines de semana, noches, durante sus propias vacaciones… son el exponente de los valores que mueven a un policía. Son este año los representantes de esta Comisaría que encarnan lo que es ser policía. Son la materialización de los principios de la corporación abstracta que es la Policía Nacional en personas concretas. Personas y profesionales con nombres y apellidos”.

Añadió que “Los tres compañeros condecorados hoy son sabedores de la trascendencia de su esfuerzo para la sociedad. El cultivo, la elaboración y el tráfico ilegal de sustancias estupefacientes suponen un importante riesgo para las personas, que ellos atajan en cada uno de sus servicios. Son conscientes de que lo verdaderamente importante no se mide en kilos de sustancia intervenida. Lo verdaderamente importante se mide en vidas. Las vidas salvadas de todos aquellos potenciales consumidores, potenciales adictos y las vidas de todos los familiares de estos que verían cómo la ruina moral y no solo económica destruía su existencia”.

Pero –además de un recuerdo para las víctimas del Covid-19 y la labor desarrollada por los policías durante la pandemia- el inspector jefe resaltó la implicación de toda la Comisaría en la ejecución de los servicios y habló también de principios y valores, de personas concretas a las que se valora y aprecia. “El momento operativo que culmina el servicio no habría sido posible sin el concurso de toda la Comisaría (que dispone de 120 funcionarios), de compañeros de todas las unidades de estas dependencias que voluntarios y encontrándose libres de servicio se ofrecieron orgullosos para poderlo llevar a cabo. Estos son las policías y los policías con los que cuentan ustedes en Orihuela”. Y no se olvidó de citar la “cordial accesibilidad y atención permanente” de la magistrada titular del Juzgado número Dos, atendiendo las solicitudes de los investigadores policiales a cualquier hora del día, “decisiva para obtener los resultados que ya conocen”. Una prolongada ovación rubricó el discurso de Juan Manuel España.