| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Cauce del río Segura a su paso por Rojales
Cauce del río Segura a su paso por Rojales

El Plan de Sostenibilidad Turística, una oportunidad irrepetible

La estrategia pone el énfasis en la actuación sobre el destino y tiene en cuenta sus especiales necesidades y características

Este verano llegó a mis manos un documento de 46 páginas titulado Estrategia de sostenibilidad turística en destinos, elaborado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Reino de España. Acompaña al documento un texto de concretas y clarificadoras instrucciones para cumplimentar el formulario de solicitud de la Convocatoria extraordinaria 2021 de Planes de Sostenibilidad Turística en Destinos para entidades locales. El presupuesto global estimado es de 1.904 millones de euros.

La Estrategia de Sostenibilidad Turística pone el énfasis en la actuación sobre el destino y tiene en cuenta sus especiales necesidades y características; se dirige al conjunto del ecosistema turístico específico, incluyendo a entidades sociales del sector empresarial. El objetivo principal del Plan de Modernización y Competitividad del Sector Turístico es transformarlo a través de la sostenibilidad y la digitalización, articulando mecanismos de cooperación entre administraciones públicas para la consecución de fines comunes y la resolución de problemas transversales.

La Estrategia considera que el turismo urbano es intensamente competitivo y que las ciudades se enfrentan a retos considerables: la renovación de su oferta cultural y de ocio y la integración de nuevas piezas en dicha oferta, así como las necesidades de mantenimiento y mejora de sus cascos históricos, la conciliación de usos en los barrios turísticos (vivir, trabajar, visitar, disfrutar), la necesidad de ampliar y diversificar las zonas de interés para canalizar un turismo que tiende a privilegiar los hitos sobre el descubrimiento de la ciudad viva, el problema del alojamiento turístico, y la necesidad de herramientas digitales que permitan un mejor manejo de los flujos turísticos y contribuyan a una gestión más eficiente de los diferentes servicios puestos a su disposición. Pero también retos asociados con la movilidad verde o la naturalización de la ciudad entre otros.

 

Las intervenciones en destinos urbanos se dividen en tres subcategorías. La denominada ‘Ciudad con identidad turística’ acoge destinos urbanos con una población entre 150.000 y 20.000 habitantes, con alta concentración de recursos con potencialidad turística, ya estén relacionados con el patrimonio cultural, artístico, arquitectónico o de otra índole, o con cascos históricos de alto interés turístico. Reconoce el documento que, por su especial naturaleza, estos destinos presentan un conjunto de necesidades y de problemas que justifican su pertenencia a una tipología especial y ello “contribuye al hecho de que sean ciudades identificadas por el turista como de visita corta, lo cual dificulta que se produzcan pernoctaciones en la propia ciudad y que se construya una experiencia turística más completa en torno al destino”. Otro de los elementos comunes a esta categoría, son los retos y dificultades que en ocasiones implica la puesta en valor y el aprovechamiento turístico de la propia riqueza del patrimonio de este tipo de destinos.

Con esta línea de ayudas se buscan actuaciones de revitalización de la ciudad oculta, además de la gestión sostenible y puesta en valor de los recursos locales y del patrimonio material e inmaterial del destino. Para ello se proponen medidas como conservar, mejorar y potenciar el patrimonio monumental del destino; desarrollar la complementariedad con otros productos turísticos y territorios, como los espacios rurales más próximos, con el fin de consolidar una oferta más diversificada y/o de mayor valor añadido; crear nuevos productos turísticos o consolidar los existentes de manera que complementen y enriquezcan las experiencias turísticas; ampliar el espacio turístico de la ciudad integrando los alrededores e interconectándola con el territorio gracias a sistemas de movilidad flexibles y verdes; contribuir a la economía circular, a las producciones de proximidad o al agroturismo; tecnificar el destino; rehabilitar el tejido comercial; mejorar la accesibilidad universal; y mejorar la monitorización de los flujos turísticos.

El Eje 3 de la Estrategia comprende todas aquellas actuaciones que faciliten la mejora continua de los procesos incluidos en la cadena de valor turística mediante el uso de la tecnología en el ámbito de la transición digital: plataformas, webs, apps o herramientas digitales al servicio de la inspiración, promoción y/o comercialización turística; microsites y otras herramientas de promoción y marketing digital; diseño y desarrollo de folletos digitales y otros materiales interactivos con los recursos del destino; personalización de la información turística, desarrollo de guías interactivas; planificación de rutas turísticas; distribución de información turística contextualizada; desarrollos de realidad inmersiva que permitan anticipar experiencias turísticas en el destino basadas en realidad virtual y mixta; plataformas y sistemas de inteligencia turística en destino que integren soluciones de Big Data y de Inteligencia Artificial; gestión de infraestructuras en materia de conectividad y sensórica (Internet of Things).

 

Las actuaciones en el ámbito de la competitividad se contemplan en el Eje 4 e incluye acciones de creación de oferta y equipamientos, mejora del producto, embellecimiento de espacios públicos, así como todo lo relacionado con la mejora constante de la gestión del destino y del entorno urbano: rehabilitación de calles o barrios, reforma de edificios municipales para su uso turístico (museos, centros de visitantes, oficinas de información turística); desarrollo de productos turísticos: soterramiento de cableado, mejora de elementos públicos (fachadas, pavimentos tradicionales de calles); adecuación de parques y jardines; decoración de fachadas; eliminación de grafitis, pantallas anti-ruido; reutilización de fuentes, etc.

También se dirige la convocatoria que comentamos a la reconversión de zonas turísticas y creación de nueva oferta turística; promoción, fomento y desarrollo del patrimonio cultural; estudios para reconversión; normativa y mecanismos de cooperación público-privada; apoyo para convertir recursos en productos turísticos y mejora de la accesibilidad; y puesta en valor de productos locales para el turismo, entre otras medidas.

Como puede comprobarse, todo un amplio abanico de posibilidades para conseguir unos objetivos largamente perseguidos por Orihuela y comarca. El formulario para la presentación de proyectos, desde el 30 de julio hasta el 20 de septiembre, puede ser cumplimentado por ayuntamientos, diputaciones, mancomunidades y consorcios turísticos, grupos de acción local, entre otros. Y la pregunta –para la que todavía no he conseguido obtener respuesta- es: ¿Cuántos proyectos se han presentado en la Vega Baja? Porque una cosa está clara en esta lotería de los fondos europeos que llegan: para que toque algo habrá que jugar fuerte. La oportunidad es irrepetible.