| 23 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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El disputado cetro del socialismo más español

Si gana Susana Díaz, habrá revolución en el PSOE madrileño para desalojar los restos del sanchismo. Carmona, Segovia o Lucas aparecen en unas quinielas que guardan, tal vez, una sorpresa.

| Fernando Escudero Opinión

Cuando Pedro Sánchez decapitó políticamente a Tomás Gómez, elegido por los militantes del PSOE madrileño para medirse a Cristina Cifuentes, tenía un objetivo que iba mucho más allá de situar a Ángel Gabilondo al frente de una candidura que no evitó un nuevo triunfo del PP.

La meta era otra: controlar a la antigua FSM y, sobre todo, destruir el puente que comunicaba a cuatro federaciones del PSOE muy descontentas con la estrategia del secretario general que aspiraba a ser candidato a la presidencia, traicionando a su juicio el préstamos de votos y avales que le hicieron para suceder a Rubalcaba y 'gerenciar' el partido mientras Susana Díaz mantenía Andalucía y daba luego el salto a Madrid.

Elena Valenciano, con Felipe González en una imagen del año 2011

Desalojar a Gómez era una manera de cortocircuitar la entente entre Madrid, Andalucía, Castilla-La Mancha y Valencia, cuyos líderes estaban y siguen estando en contra de Sánchez, en una historia que dura ya dos años y tendrá un desenlace obvio y otro incierto. Lo seguro es que, si Susana Díaz logra la secretaría general como indican los pronósticos, recuperaré el control de Madrid de manera preferente, desalojará a los delegados del exlíder (dos alcaldes con poco fuste, Sara Hernández y Javier Rodríguez Palacios, de Getafe y Alcalá respectivamente) e intentará situar al frente a alguien de su absoluta confianza.

Y es aquí donde surgen las incertidumbres, en dos direcciones: de un lado, aun con Sánchez definitivamente derrotado, conservará cierta ascendencia en la menguante militancia del PSOE. De otro, a los detractores del célebre padrino del "No es no" les une el odio político hacia su verdugo y su devoción por Díaz, pero no una conivencia pacífica y sintonizada entre ellos.

Si gana Díaz, el desalojo de los restos del sanchismo será absoluto, con dos alcaldes de poco fuste como damnificados

El diputado autonómico Juan Segovia, el candidato a la alcaldía madrileña Antonio Miguel Carmona y el alcalde de Móstoles, David Lucas, son los tres nombres más citados desde hace meses, y a nadie le sorprendería finalmente que el elegido saliera de esa terna, ampliable al primer edil de Fuenlabrada, Manuel Robles, otro sanchista irredento que, sin embargo, conserva cierta autoridad por sus victorias electorales y su condición de veterano.

Pero hay una condición para que el elegido salga de ese trío que, ahora mismo, no está consolidada: un acuerdo entre ellos y el apoyo de Tomás Gómez, alejado de los focos públicos, asentado ya profesionalmente al margen de la política pero, a la vez, muy activo entre bambalinas a las órdenes de Susana Díaz: el exalcalde de Parla no volverá a Madrid, su puesto es en el Congreso de los Diputados y antes tal vez en la Ejecutiva Federal, pero mientras conservará y ejercerá una influencia decisiva en el PSOE de Madrid.

Elena Valenciano y Maru Menéndez suenan si no hay acuerdo entre Carmona, Segovia y Lucas, entre otros

Es en ese contexto donde ya ha surgido un Plan B para sacar de la chistera un líder nuevo que concite el apoyo de todos los que estaban en la carrera para serlo. Aunque Susana Díaz no suelta prenda, ocupada en la batalla mayor, la teoría del 'mirlo blanco' empieza a extenderse para intentar sumar fuerzas de todas las 'familias' y enderezar el caótico y cainita rumbo del PSOE madrileño, sumido en una profunda crisis y sin referentes.

La eurodiputada Elena Valenciano, mano derecha de Rubalcaba en su momento, irrumpe como nombre a tener en cuenta si las distintas sensibilidades no se ponen de acuerdo, con otra bala en la recámara en forma tambiénd de mujer: Maru Menéndez, la veterana mano derecha de Tomás Gómez con varios trienios de experiencia en la política madrileña. Valenciano está volcada con Susana Díaz, es vicepresidenta del grupo socialista en el Parlamento Europeo, íntima de Eduardo Madina y ha vivido el suficiente tiempo político lejos de España como para no estar 'quemada' por la lucha fraticida desatada en la 'era Sánchez'. Cumple todos los requisitos, pues, aunque ahora mismo sólo es una idea, trabajada eso sí.

 

En todo caso, sea cual sea el resultado final, se da por descontado un proceso de renovación general que no dejará rehenes: la grieta en el PSOE es tan profunda que ya no vale, se asume por todos, una mera operación cosmética.

Con Cifuentes y Errejón como rivales en la Comunidad y la incógnita de quiénes encabezarán al PP y a Podemos en el Ayuntamiento de la capital; las heridas dejadas por el sanchismo en las principales agrupaciones locales de los grandes municipios de la región augura una vendetta de quienes fueron apartados sin miramientos por los delegados de Pedro Sánchez y ahora dedicarán el mismo tratamiento a quienes ocuparon todo el poder orgánico y, además, extrajeron luego escaso rédito electoral.

Pedro Sánchez, con sus dos pincipales valedores en Madrid, los alcaldes de Getafe y Alcalá de Henares. Ambos se han pasado a las filas de Patxi López, pero el futuro de los dos en el nuevo PSOE madrileño es nulo

Sea en julio o en septiembre el Congreso Regional, algo parece seguro: de allí saldrá otro PSOE, con otras caras y las cicatrices muy visibles de una guerra reciente que espera encontrar un cierto bálsamo en el triunfo de Susana Díaz y el efecto dominó que ese resultado generará.