| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Sánchez, en el Congreso del PSOE
Sánchez, en el Congreso del PSOE

Pedro, el marxista ocasional

Sánchez ha impuesto la plurinacionalidad del PSOE, que tampoco descarta el debate republicano. Todo ello entre selfies y posados que retratan la frivolidad del mensaje pero lo adornan.

| Buendía Opinión

Quizá Pedro Sánchez no tenga claro qué es España, pero su destreza para el selfie, el beso y la sonrisa es inigualable. Entre debates plurinacionales y apelaciones nostálgicas a una Tercera República del futuro, no era sencillo saber si aquello era el Congreso del PSOE o la fiesta de graducación de un instituto trilingüe de Pozuelo.

Sánchez ha tratado el Estado plurinacional o la República como si fuera un debate en el instituto

Un dirigente que vive de selfie en selfie es probable que considere que todo en el vida es un retrato, y que si para salir guapo hay que cambiarse el peinado, besar a un perro o dejarse besar por un perro, se hace. La foto de Sánchez muta así a plurinacional por necesidades aritméticas, pero también es una confesión de que no se ve capaz de hacer del PSOE un partido grande.

Un mini PSOE

La plurinacionalidad no es más que una foto desenfocada en la que Sánchez mete a Rufián y a Puigdemont, a Bildu y si se deja al PNV, para compensar así los pocos diputados que tiene y que tendrá, nuevamente, cuando haya Elecciones Generales.

Coquetear con asuntos tan delicados a golpe de selfie, ondeando banderas tricolores como traca final, demuestra una última cosa del flamante líder socialista: de momento ha dejado de ser marxista, aunque no se puede descartar que retorne en cualquier momento, pero a quien no ha abandonado es a Groucho.

"Éstos son mis principios, pero si no le gustan, tengo otros". Y otro selfie, por favor.