| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Arnaldo Otegi
Arnaldo Otegi

El abrazo con Bildu: la definitiva podemización del PSOE de Sánchez

Un PSOE irreconocible se ha entregado a lo peor de cada sigla a cambio de un plato de lentejas presupuestario, enterrando una Transición que necesitamos recuperar.

| Fernando de Rosa Opinión

 

El maestro Juan Genovés quiso simbolizar con su cuadro “El abrazo” el acuerdo de los españoles para iniciar la transición y olvidar el pasado. Esta pintura representa la reconciliación y el acuerdo de una generación que quiso olvidar las heridas de la guerra civil y comenzar una etapa que culminó con la Constitución de 1978.

Hace unos días, exactamente el día 12 de noviembre, recordábamos otro abrazo ocurrido hace un año: el del pacto Sánchez-Iglesias; este abrazo significó la otra cara de la moneda, lo contrario de lo que quiso reflejar el gran pintor valenciano Genovés: el fin de la reconciliación y del espíritu de la Constitución.

Entre un abrazo y el otro han pasado 44 años, tiempo en que España ha progresado, pero lo desalentador ha sido que  con este último abrazo se ha querido desenterrar los viejos demonios que han perseguido a los españoles desde hace años .

Estamos presenciando cómo muchas líneas rojas que la democracia había puesto para garantizar la convivencia, no solo se han traspasado, sino que se han convertido en verdaderas líneas negras, que simbolizan un claro luto por la reconciliación.

 

Cada vez más, las ideas comunistas de Podemos van introduciéndose en los acuerdos del Consejo de Ministros, ante la cara atónita de millones de españoles. Cada vez más, la telaraña de los pactos Sánchez-Iglesias van asfixiando al Partido Socialista de la Transición, haciendo que se olvide su gran aportación a la reconciliación entre los españoles.

Estamos ante un intento de reescribir la historia por parte de los herederos de aquellos radicales que en 1977 perdieron su apuesta por la ruptura violenta, frente al acuerdo y la reconciliación. Estamos ante un escenario en el que blanquear a asesinos etarras es su manera de decir que estaban justificados los casi mil asesinados por la banda terrorista.

Pero lo que no puede entenderse es qué hace el Partido Socialista en ese escenario, cómo ha permitido el blanqueamiento de Bildu y de todos los radicales a los que la historia arrojó al infierno.

Están en el lado equivocado de la historia, por eso hay que evitar que ningún blanqueamiento pueda dejar que influyan en la política española

Hoy en día, el Partido Socialista, por un plato de lentejas en forma de presupuestos, está permitiendo que se acerquen presos etarras a las cárceles del País Vasco o que se den beneficios penitenciarios a los asesinos del matrimonio Jiménez- Becerril o de Miguel Ángel Blanco, como preámbulo de la cesión de competencias penitenciarias al Gobierno Vasco.

Por otra parte el Ministerio de Justicia  está culminando la reforma del Código Penal para modificar la regulación normativa de los delitos de rebelión y sedición, al dictado de los intereses de los presos golpistas y sus partidos, con la finalidad de asegurar pactos para el futuro escenario político catalán.

Lo que muchos nos preguntamos es si esta deriva de la “podemización” de los socialistas españoles podrá pararse, si lograremos una nueva coalición por España entre conservadores, democratacristianos, liberales y socialdemócratas, que consiguieron el triunfo de la moderación de la reforma frente a la ruptura en la Transición, como fue reflejado por Juan Genovés en su cuadro “El abrazo”, dejando a un lado a aquellos que se lamentan de la caída del muro de Berlín como Pablo Iglesias.

Nostálgicos de lo peor

Los que añoran el comunismo de Cuba, como Alberto Garzón. Los que aplauden a Bildu, como Odón Elorza. Los que han trabajado para dictaduras comunistas lucrándose de la angustia de sus ciudadanos, como Juan Carlos Monedero. Los que agreden a los policías, como Isa Serra. Los que consideran la ocupación ilegal de viviendas un derecho, como Ada Colau.

Los que potencian el movimiento educativo segregador, como Mónica Oltra. Y sobre todo, a aquellos que incitan a la violencia xenófoba como Torra, o ha sido condenado por colaboración del terrorismo, como Otegui.

Ninguno de ellos son personas de paz y están en el lado equivocado de la historia, por eso hay que evitar que ningún blanqueamiento pueda dejar que influyan en la política española. Hay que volver al abrazo de la transición abandonando el abrazo de la ruptura ya que  somos muchos más los que queremos una España que sume.