| 23 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Pero Sánchez y Ana Pastor, el 6D
Pero Sánchez y Ana Pastor, el 6D

En qué estamos de acuerdo

El consenso entre PP, PSOE y C´s es crucial para reformar la Constitución de 1978, en el caso de que sea necesario. El Gobierno cree que hay otros caminos sin tocar la carta Magna.

| Antonio Martín Beaumont Opinión

 

 

Las elecciones catalanas sobrevolaron la celebración del aniversario de la Constitución. 39 años. Aun cuando existe un consenso mayoritario alrededor del gran servicio que ha prestado a España, las declaraciones sobre su reforma y las divergencias, palpables, a la hora de afrontarla son llamativas. Basta prestar oídos a PP y PSOE, las dos fuerzas mayoritarias, para constatar la lejanía de sus posiciones a la hora de “abrir el melón” constitucional.

Para poner las cosas en su sitio, los populares gustan recordar que la modernización y el fortalecimiento del Estado no requieren tocar la Ley de leyes. Bastaría con afrontar cuestiones como la financiación autonómica, las pensiones, los mecanismos de cohesión y cooperación territorial.

Y es que Mariano Rajoy es precavido antes de embarcarse en un viaje a lo desconocido para la convivencia de los españoles. Por eso, nunca ha deseado tomar la iniciativa. “¡Si no sabes a dónde ir, quédate donde estás!”, suele repetir en privado el presidente, dejando claro también que la perspectiva de un referéndum le resulta alarmante. 

Su temor, lógico, es que el texto reformado no lograse ni de lejos el mismo apoyo que el actual tuvo en 1978 (el 91,8% votó sí) y dejara el país profundamente dividido personal y territorialmente.

El encaje de Cataluña es lo que lanza al PSOE a enmendar la Carta Magna. El proyecto que defiende últimamente Pedro Sánchez es el de una España “federal” y “plural”, “abierta a su diversidad cultural, territorial y lingüística”. España plural, que no plurinacional, se matiza a estas horas.

 

Hay que saber qué se quiere reformar cuando soberanismo y populismo están en el cuanto peor mejor

 

El secretario general de los socialistas ha convertido su petición en un fijo, aunque sabe que dentro de su partido hay opiniones contrapuestas sobre a dónde ir y por dónde caminar.

En C´s desean jugar con reglas que les mantengan unidos a PP y PSOE. Pero Albert Rivera cree antes necesario establecer un “perímetro” de seguridad, tal como se hizo cuando se retocó de manera exprés el artículo 135 con el fin de garantizar la estabilidad presupuestaria.

El viaje

Porque con el secesionismo en un viaje a ninguna parte y Pablo Iglesias al frente de un Podemos lanzado por el “cuanto peor, mejor” para abrir un proceso constituyente donde todo esté en tela de juicio, parece obligado saber bien qué se desea reformar.

Establezcamos primero en qué estamos todos plenamente de acuerdo para forjar un proyecto que fortalezca España. Porque, sin un destino común de viaje, ¿para qué emprenderlo?