| 24 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Empleo y precariedad

¿Es correcta la estrategia de Gobierno, sindicatos y patronal para mejorar el empleo en España? ¿Qué se está pactando? ¿Cómo lo hacen otros? Las claves del economista de ESD.

| Álvaro Lodares Opinión

 

 

El Gobierno ha presentado una oferta formal a Patronal y Sindicatos para luchar contra la precariedad laboral. El objetivo es aumentar la calidad del empleo.  La propuesta que ha formulado el Ministerio de Fátima Báñez reduce de 5 a 3 las modalidades de contratos.

Quedarían: indefinido, formación y temporal. Para este último (el temporal) eleva la indemnización por despido hasta los 20 días por año trabajado. Se da más peso a los convenios colectivos para frenar los abusos, con castigo a las empresas que abusen de la precariedad.  La propuesta por tanto está encima de la mesa.

Primera duda al respecto: ¿Qué quiere decir abusivo? Que se le ponga un límite a esa definición. En el proyecto el límite creo que es dos años prorrogables a tres dependiendo de algunas circunstancias.  Pero ¿quién lo va a controlar? ¿Los Sindicatos? ¿Los convenios colectivos? Esa es mi primera duda.

 Segunda duda: si uno mira la temporalidad en España ciertamente es un problemón pero no es el único país con esa tara. ¿Dónde es un problema la temporalidad? Lo es en Portugal, lo es en Grecia… la temporalidad es más alta en las economías donde la productividad es más baja.

Y más todavía: si uno se mete a mirar por sectores en los mercados laborales, la temporalidad es más baja donde la productividad y la formación es más alta ¿No sería una manera eficiente de luchar contra la temporalidad incrementar la productividad, la formación y la agilidad de la contratación?

La temporalidad deja de ser un problema dramático cuando cambiar de trabajo es fácil, cuando uno puede dejar un trabajo y encuentra otro rápido. Cuando eso no es así entonces la temporalidad es un drama que quiebra la vida de la gente y sobre todo sus expectativas. Me parece que de nuevo la clave está en la productividad del trabajo y por tanto en la formación.

Simplificar

El Gobierno al final hace lo que algunos le veníamos demandando desde la reforma del 2012: simplifica los contratos lo más posible, deja un único contrato, olvídate y que la gente contrate para cuando necesita. Habrá empresas y habrá actividades que no podrán tener contratos permanentes y fijos siempre. Pasa en cualquier economía, incluso en Dinamarca, que suele ser el ejemplo por excelencia siempre.

 

Sería un error volver al 2012 de los convenios colectivos negociados por los sindicatos

 

Otra idea: escuchaba el otro día a Julio Segura recordar algo que sí he oído a casi todos los especialistas de aquí y de fuera con respecto al mercado laboral. Te dicen: no desincentiva el empleo que la indemnización sea alta, baja o mediopensionista, sino que la indemnización sea muy alta y muy prolongada.  Posiblemente en España haya que mejorar la indemnización en cuantía, pero no en duración. Con lo cual el montante total de la indemnización no necesariamente tendría que subir, incluso podría ser menor.

Eliminar costes

Lo que hay que hacer en última instancia es: todos los costes y los desincentivos que hay al contrato y a trabajar hay que eliminarlos.  Hay que buscar esquemas e instrumentos que mejoren el incentivo a contratar, que disminuyan los costes a contratar ( uno de ellos -pero no el único- es cuánto me cuesta si este señor se va y le tengo que indemnizar)  y a ponerte en marcha en el mercado laboral.

Enesto último es importante que tú veas tu situación no cubierta durante dos años y luego prórrogas de cuatrocientos y pico euros dependiendo de las condiciones. Lo importante es que te veas rápido necesitado de buscar un trabajo para poder realizar ingresos.  Y además yo creo que una formación durante ese periodo, asignar esas indemnizaciones a que la gente se forme, que la gente busque empleo…  la conexión de esas indemnizaciones y todas esas cosas yo creo que no estaría de más una vez más. Algo que por cierto se intentó en el 2003 y al gobierno de aquel entonces se le echó encima toda la izquierda, sindicatos incluidos.

Y una cuestión definitiva: que estas cosas estén en manos de los sindicatos y los empresarios, me hace sospechar mucho. Prefiero que estuviera en manos de algún tipo de organismo dependiente del Ministerio de Trabajo y punto.

Dicho lo cual, a pesar de que a la propuesta presentada por el Gobierno se le puede hacer alguna crítica - por ejemplo sería dar un paso atrás respecto a la reforma laboral del 2012 en un punto que fue importante: abrir la puerta a que los convenios primen sobre las reglas no me parece lo más apropiado-, pero el marco de contratación creo que mejoraría con esta propuesta.