Cristiano, ¿luchador o arrogante?

Cuando veo la historia de Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro, más conocido como Ronaldo, descifro la personalidad de un luchador, un gran luchador nacido de la nada pero que con ilusión y constancia vio su sueño cumplido.

Ronaldo dice que lo que incomoda es su brillo y que los insectos sólo atacan a las lámparas que brillan

Su hábitat de niño fue un lugar de chabolas, Quinta  do Falcao, barrio pobre en Madeira. No adoptó el conformismo sino que sacó como arma el coraje para cambiar una situación.

De niño recibió el apodo de abelhinha, en castellano abeja, debido a su carácter hiperactivo y comparable al revoloteo de las mariposas. También le llamaban llorica porque lloraba cuando no le pasaban la pelota o fallaba un gol.

Llorar

Ninguno de los dos son rasgos típicos de mujer porque los hombres también lloran, y no es vergüenza sino sensibilidad. Ha conocido burlas por su acento distinto al de la ciudad de Lisboa cuando estaba en la residencia de futbolistas.

Todo ello ha forjado una personalidad fuerte para enfrentarse al adversario igual que hace en el campo con el equipo contrario. En ello se le va la vida porque es su pasión. Tremendamente familiar, es buen hijo, hermano y padre amén de colaborar con obras benéficas.

Ha sido muy comentada su frase ante su presencia en el banquillo por una cuestión de Hacienda. Ronaldo dice que lo que incomoda a las personas es su brillo y que los insectos sólo atacan a las lámparas que brillan.

Es como una autoafirmación, una frase más de autoayuda que narcisista. Su infancia y su pasado, de ahí saca fuerza .Ya en la cima no quiso su familia pasase necesidades.

En familia

Compró una mansión a su madre y ayuda a sus hermanas. Luchó por su hermano Bruno, con problemas de dependencia drogas y recaidas. Finalmente consiguió ingresarlo en un centro de desintoxicación. Uno se pregunta por qué parece tener obsesión por tener sus hijos de madres de vientre de alquiler.

Quiere formar una familia que le quiera y a la que querer y que no sufran lo que muchos niños como el vivieron en su niñez. Falta la figura de su padre, muerto con 51 años de alcoholemia y al que sufre por no poder ayudarle.

A él no pudo atenderle pero lo extrapola y ayuda a estos niños de su sangre, como su padre. Sus hijos. Acaso se sienta identificado con esos niños para darle todo lo que no tuvo. Ahora tendrá un nuevo hijo de su pareja, Giorgina, con la que tiene coincidencias vitales y también es amante de la familia.

Su padre desapareció unos años, se separó de su madre y los negocios quebraron. Historias similares  que se encuentran, pues,  marcadas por una lucha por la supervivencia con un pasado incierto.

Una coraza

Dinis Aveiro, su padre, cuidador en el vestuario del Andorinha, le dio a conocer el fútbol y vió que ya era un genio. Del Sporting Lisboa pasó al Manchester United y ahora es un número uno en el Real Madrid que además dispone de los derechos de su propia marca, CR7.

Ronaldo es el ejemplo de la lucha. Hay dos opciones en la vida, dejarte vencer o luchar.  La actitud inteligente es la segunda. No es no tener miedo, sino el coraje de afrontarlo. No es narcisista ni prepotente sino acaso una coraza de protección para un hombre sensible, que ha sufrido en su vida y ha sabido remontar. Con tesón, constancia e inteligencia.

Pilar Enjamio es psicóloga