| 18 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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¿Cómo será el 2018?

La economía no pinta mal para el próximo año. Pero hay riesgos: subidas de tipos, el impacto del Brexit en Europa y de Cataluña en España. Y el papel de Trump en los mercados mundiales.

| Álvaro Lodares Opinión

 

 

Está finalizando un año y dentro de pocos días estaremos celebrando la llegada de un nuevo año.  Algunos colegas empiezan a poner encima de la mesa sus perspectivas al respecto de cómo será el 2018. Ahí van las mías:

Yo creo que el 2018 va a ser un año bueno, con un crecimiento generalizado en todas las áreas importantes del mundo. Y subrayaría solamente dos riesgos potenciales o peligros que podemos ver:

2018 pinta bien, pero seguimos teniendo una vulnerabilidad a la percepción de riesgo país tremenda

Primero: va a ser un año también de subida de tipos de interés.  Va a ser un año mejor dicho de normalización de política monetaria, se van a retirar los impulsos extraordinarios, la inyección de liquidez extraordinaria que tanto la FED como el BCE llevan practicando muchos años.  Por tanto, vamos a ver en qué medida en el año 2018 la economía puede crecer sin muletas. Este es el primer riesgo que esperemos  sepamos gestionar bien.

El segundo riesgo: va a ser un año en el que China se va a tener que definir finalmente. Ya sé que hablamos siempre de China, pero cada vez preocupa más el crecimiento desbordado del crédito en la economía china.

Aunque es verdad que siguen siendo capaces de compatibilizar eso con un crecimiento en torno al 6-6,5%.

¿Y elpetróleo?

Insisto: subida de tipos de interés o normalización de política monetaria (quizás una cierta subida del petróleo) que también va a poner encima de la mesa un nuevo discurso en política monetaria porque probablemente elevará las tasas de inflación.  Todo eso y China son las incógnitas a las que en el año que viene habría que prestar atención.

En lo que se refiere a Europa creo que el 2018 también será bueno y hay mucho de estructural en ello. Primero hay una recuperación generalizada, que es un dato importante.  Está creciendo Europa y está creciendo prácticamente toda Europa. Es más, yo creo que uno de los retos que va a tener España es crecer más que la media Europea, que ya no está garantizado, probablemente será el año en que no suceda ¿Por qué? Porque estamos viendo un crecimiento muy generalizado.

Segundo dato. Ese crecimiento generalizado tiene que ver para mí con dos cosas fundamentales: primero porque ha habido un cierto ajuste estructural en toda la economía europea como consecuencia de la crisis. Europa crece ahora con menos crédito y con menos nivel de endeudamiento del que crecía antes.

Y dos: Europa es un poquito más competitiva de lo que era antes. Ha hecho algunos ajustes estructurales en general en su economía en todos los países. Estoy pensando en Francia, en Alemania, en Italia, por descontado en Grecia, en Portugal, en España… y esto es un dato importante.  Ha habido reformas estructurales, mejora de competitividad de fondo.

La política monetaria

Y tres:  hay una política extraordinaria que se va a retirar. Yo creo que la pregunta que se va a tener que hacer el BCE es ¿cómo es posible mantener una política de emergencia cuando la situación es de extraordinaria liquidez y de extraordinario crecimiento?  Europa va a crecer por encima de su potencial. Entonces ¿Qué sentido tiene tener una política monetaria de guerra o de recesión? 

 

Los riesgos en Europa: BCE y Brexit. En España sin duda Cataluña. Y en el mundo, Trump 

 

Ésta es la gran pregunta. Se puede producir un debate de cuál es el nivel de equilibrio de la nueva política monetaria o los tipos de interés en el nuevo escenario de crecimiento sostenido a medio plazo,  pero todos estaremos de acuerdo en que no parece lógico que haya que pagar por el ahorro.  Es decir, tendremos que tender hacia una situación en la que los tipos de interés sean positivos.

Quizás no tipos reales del 3,  pero tipos reales del 1-1,5 parece razonable para que la gente ahorre. No nos olvidemos que Europa tiene un problema de ahorro y lo sigue teniendo. Europa tiene que responder poco a poco a esos temas: un problema de seguir mejorando su competitividad internacional y un problema de ahorro.

Las exportaciones

España: es verdad que tenemos un factor positivo que es el comportamiento de las exportaciones por el crecimiento de nuestros socios fundamentales, que siguen siendo Francia, Alemania, Italia… eso es verdad que da un tirón .  Pero hay tres factores de debilidad que no podemos olvidar en la economía española y que yo creo que son fundamentales:

Seguimos teniendo una vulnerabilidad a la percepción de riesgo país tremenda. Y (por no entrar en el tema catalán) una vulnerabilidad a los tipos de interés especialmente alta.  Cuando uno mira, el país que más se ha beneficiado en términos de crecimiento económico de la política monetaria del BCE es España.  Básicamente porque es un país muy endeudado y con pocos activos.

Es decir, la familia y la empresa española se ahorra mucho en pago de deuda y ha dejado de ingresar poco por sus activos.  Eso va a tender a normalizarse necesariamente. Por tanto somos un país muy vulnerable al clima inversor y al ruido de tipos de interés. Insisto: ruido que solo puede ir a más.

Los salarios

Segundo tema de vulnerabilidad de la economía española:  es difícilmente explicable que España tenga una política fiscal expansiva en el próximo ejercicio en un contexto en el que muchos de nuestros socios sí la van a tener.  Eso también es un factor de vulnerabilidad.

Y tercero:  cada vez es más difícil crear empleo adicional.   Yo creo que en el 2018-19 habrá que empezar a plantearse probablemente que se van a recuperar salarios reales y por tanto vamos a perder competitividad en temas de costes laborales unitarios. 

Esos temas me hacen pensar que el ciclo español (no el europeo) está bastante más madurado que el europeo y que tenderíamos en un horizonte razonable a crecer en torno al 2-2,5%. Que tampoco es una situación especialmente mala. Con la abstracción de Cataluña yo estoy en un horizonte de crecimiento para España del 2-2,5%.

El peligro Trump

A modo de conclusión: hay asuntos que todos los economistas tenemos en la cabeza y además para algunos serán clave para 2018 y por tanto hay que hacerles un seguimiento especial:

Para mí en el mundo el peligro se llama Trump. Y no tanto por lo que pueda suponer su política doméstica, sino por su política internacional o de comercio internacional. Lo que tenemos que ver es qué pasa con el NAFTA.  Lo que pase con el NAFTA va a decir mucho de lo que pase con el comercio internacional. Y recordemos que  una de las sorpresas más positivas del 2016-17  es la recuperación del comercio como antesala al crecimiento.  En el mundo por tanto me preocupa el futuro del NAFTA y la liberalización comercial.

 

 

En Europa me preocupa el Brexit  y las implicaciones que eso va a tener en Europa. El Brexit pone en cuestión por primera vez el proceso de integración continua, permanente, a velocidades variables pero permanente de Europa.  Eso va a tener repercusiones en todo el sistema.  Va a significar sin ninguna duda mucho ruido en el sistema financiero. No nos olvidemos que gran parte de la financiación de Europa se instrumenta, se materializa en Londres y esto va a quedar fuera y va a estar sometido a tensiones necesarias. 

Y Cataluña

Esos son los grandes riesgos y además pienso como he dicho que el BCE va a subir tipos mucho antes de lo que el mercado espera.  O va a empezar a comunicar al mercado lo que quiere hacer y dónde quiere que estén los tipos. Esto será debido a que el precio del petróleo va a estar más alto, la inflación va a ser más alta y por tanto la curva de tipos va a empezar a cambiar antes.  Y creo que hay demasiada Europa, demasiados inversores, Bancos, analistas… posicionados en un contexto de tipos de interés estables, cero o negativos.

Por tanto, riesgos en Europa: BCE y Brexit. En España sin duda Cataluña y la situación política general. Podemos asistir a un año de inestabilidad política no solo en Cataluña. Dependiendo de Cataluña. Pero es un año en el que como tengamos elecciones y haya incertidumbre sobre la dirección de la política económica, eso puede afectar seriamente a la continuidad del crecimiento.