| 18 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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La bancada socialista aplaudiendo a la ministra de Hacienda.
La bancada socialista aplaudiendo a la ministra de Hacienda.

Priceless

La política española se enfrenta a una nueva normalidad en la que el apoyo de Bildu es preferible al de Ciudadanos para el Gobierno y el español ya no es "lengua vehicular".

| Liusivaya Opinión

 

Hoy en día en España todo tiene un precio. Porque así lo han decidido los que hemos elegido para gobernarnos. Hasta hace unas semanas podíamos hablar de líneas rojas, dignidad y justicia. A día de hoy ninguno de los tres conceptos ha podido resistir a las ganas que tenía el Gobierno de aprobar los Presupuestos.

Y lo peor no son los Presupuestos en sí, con su correspondiente gasto desmesurado propio de las mejores tradiciones socialistas. Tampoco lo es el hecho de pactar o dejar de pactar con Bildu como acontecimiento aislado ni el dejar que sea Pablo Iglesias el que elija los pactos de Estado. Lo peor, sin duda alguna, es el resultado de todos estos hechos, es decir, la desaparición absoluta de todo código ético y moral por el que, al menos en teoría, debería regirse el Gobierno de un país.

Ya no estamos hablando del apoyo de Bildu a la nota de gasto gubernamental que, por alguna razón extraña, aún seguimos denominando Presupuestos: estamos hablando de que la política española se enfrenta a una nueva normalidad en la cual ya no hace falta ni disimular. Donde el apoyo de Bildu es preferible al de Ciudadanos a nivel nacional y al de UPN, que ofreció su abstención a cambio de no hacer pactos con Bildu, en Navarra.

En esta nueva normalidad política el español ya no es “lengua vehicular” (¡en España!) mientras que la asignatura de Lengua Cooficial y Literatura pasa a denominarse Lengua Propia y Literatura para que el PNV tenga más motivos para sonreír y apoyar.

Los suspensos y las colas de hambre importan entre poco y menos nada. Hagas lo que hagas – seguirás con hambre y pasarás de curso. Para que el PSOE, haga lo que haga – siga gobernando. Porque cuando el 60% (que con la Ley Celaá será el 80% como poco) de los jóvenes no saben quién fue Miguel Ángel Blanco los pactos con Bildu ya no es que se entiendan, sino que ni siquiera suscitan preguntas.

 

Ya lo dijo Podemos: “Hay que quitarle el estigma a Bildu y habrá 10 años de gobiernos de izquierdas”. El estigma a Bildu, el español de las aulas, el pensamiento crítico y la meritocracia del sistema educativo, el dinero de los bolsillos de los ciudadanos… En definitiva, si le quitas la dignidad a un pueblo, lo gobernarás eternamente. Eso sí, al precio de condenar un país.

Los Presupuestos, por lo tanto, tan solo valen para Sánchez la dignidad de una nación, mientras que el instalarse de Presidente vitalicio…sencillamente no tiene precio.