| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Yo por Carmena Mato

Polémico, agresivo, confuso, contundente y sin complejos. Carlos Sánchez Mato es el concejal más controvertido de Madrid, un escudero de Manuela Carmena que le da dolores de cabeza.

| M.B. Opinión

Carlos Sánchez Mato, en guerra contra Montoro e imputado por tres delitos junto a su compañera Celia Mayer, es una paradoja: ha dedicado buena parte de su vida, política, personal y profesional, a defender la abolición de la deuda pública.

Pero, como concejal de Hacienda de Madrid, ha pagado religiosamente la que tenía contraída el Ayuntamiento desde que a Gallardón le dio por rebautizarse como el Faraón, endeudándose como nadie en España para, eso sí, dejar como legado una majestuosa M-30 soterrada, un Madrid Río ya indispensable o una Casa Consitorial que todo el mundo vio como un despilfarro pero hoy ocupan los mismos que lo criticaron.

Mato ha pasado de proponer el impago de la deuda a presumir de ser el más rápido en abonarla

El edil cristiano y comunista, capaz de meter en la misma frase a Jesús y a Lenin, se ha convertido en el azote de la propia Carmena, a la que mete en líos constantes que la alcaldesa no quiere, no sabe o no puede frenar. El penúltimo fue el más sonado y, tal vez, el más definitivo: el PP ha roto relaciones institucionales con el Gobierno de la capital de España después de que Mato les acusara de "robar" en sede oficial.

Ahora anda echando un pulso a Hacienda a cuento de la regla de gasto del Ayuntamiento, una batalla perdida que encontrará, sin embargo, todo el apoyo de otros alcaldes: ni uno sólo de ellos querrá dejar de gastar sin control todo lo que pueda, que ya lo pagará alguien.

Un Gobierno a retales

Es la penúltima pirueta de un político tardío, afiliado a IU y cabecilla de una de las familias que componen el caótico equipo de Gobierno municipal, una suerte de 'Eurovisión' de la izquierda con 'países' de todas las latitudes ideológicas más extremas que sobrevive gracias a la buena imagen de Manuela Carmena, el oficio de Marta Higueras y Luis Cueto -los dos sostenes del Ayuntamiento- y, tal vez, la experiencia de Inés Sabanés o la actitud de José Manuel Calvo: a partir de ahí, con la excepción de una Rita Maestre que dejó muy atrás su tendencia a invadir capillas y hoy es una portavoz madura, todo lo demás es un compendio de los peores clichés del radicalismo y de la incapacidad en la gestión, simbolizado en un demoledor sondeo que demuestra el hartazgo de los madrileños con el "Gobierno del cambio".

Sánchez Mato se metió en un insólito laberinto hace apenas unas semanas, al llevar a la Fiscalía Anticorrupción un evento del que Madrid presume mucho y que le ha dado una gran proyección internacional: el máster de tenis patrocinado por la Mutua, un escaparate de la ciudad que un día quiso ser olímpica y hoy ha visto cómo La Peineta, pensada para eso, se ha convertido en el nuevo estadio del Atlético de Madrid, en una operación urbanística que en otros tiempos hubiera hecho corre ríos de tinta.

Al juzgado

Su acusación terminó con la propia Carmena desautorizándole, algo que desde el primer día ha tenido que hacer demasiadas veces con demasiados concejales, consolidando la idea de que o bien la alcaldesa manda poco o bien casi nadie le hace caso. Y con el autor del ataque en los tribunales y quién sabe si imputado en un tiempo: el mismo torneo que intentó estigmatizar era renovado poco tiempo después por el Gobierno de Madrid, en un alarde de borrón y cuenta nueva que esta vez ha dejado huella en el juzgado.

 

Carmena, en las fiestas de La Paloma en agosto del año pasado

Sánchez Mato, especialista en Economía Monetaria y Sector Público por la Universidad Complutense de Madrid y viejo colaborador de Intermon-Oxfam, ha jalonado su salto a la palestra política de un sinfin de polémicas y contradicciones que le llevaron a poner incluso al Ayuntamiento al borde de la intervención de Hacienda por querer gastarse más de lo que podía y contravenir con ello las leyes que fijan el techo de gasto. Cuentan que, en aquellos días de chulería contra Montoro, a Carmena se le terminaron de quitar las dudas sobre su continuidad al frente de 'Ahora Madrid' en las siguientes elecciones: tenía pocas, pero ya ninguna y no seguirá.

No se sabe si Carmena manda poco o no le hacen caso, pero las polémicas y conflictos internos son constantes

Entre las grandes decisiones que Mato tomaría si estuviera en su mano, algo que dista mucho de estar cerca, hay una que ha repetido hasta la saciedad y sorprende mucho: volver a la banca pública, renacionalizar Bankia y repartir el dinero de los españoles según las ensoñaciones del comuinsmo más soviético.

Que la empresa de la que él mismo fue director, el grupo maderero Herlobe, tenga un buen saco de deudas; no es incompatible con la socialización de una riqueza que siempre empezó a desaparecer, a lo largo de la historia, cuando se intentó 'repartir' con arreglo a diatribas como las de Mato.

Tras la estela de Zapata

De decir que no había que pagar la deuda a presumir de que la dejará en 2.000 millones a final de legislatura, hay el mismo trecho que en otros frentes nunca tiene Sánchez Mato: la derecha siempre es derechona y, por definición corrupta y la ladrona. Esto último le va a costar otro disgusto a Carmena, que ya no tiene en frente a Aguirre para escurrir el bulto agitando el baúl de los recuerdos de la exlideresa del PP.

Ahora tiene por rival a un concejal sin pasado pero con futuro, José Luis Martínez Almeida, quien cualquier día de éstos acabará por rendir un homenaje a Sánchez Mato por ponerle tan sencillas las respuestas: quienes creían que los tuits de Guillermo Zapata, aquel humor negro que le llevó al banquillo, no podían ser superados por nada, se han topado de bruces con este edil nacido hace 46 años.

Un cristinao y comunista capaz de presumir de espiritualidad unos segundos antes de escribir en Twitter un mensaje que le resume para confrontar con los ciudadanos que, enojados, pedían a TVE que mantuviera las retransmisiones de misa de los domingos por la mañana: "El Jesús de Nazaret de esta gentuza de #YoVoyAMisa estaría apedreando a mujeres adúlteras y mercadeando en el templo. #Asco".

Y que el edil, todo sutileza, lo lleva grabado en el nombre. "Yo por Carmena Mato".

(Artículo ampliado de su primera versión, de junio de 2017)