| 19 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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El último discurso de Rajoy

¿Tiene razones el presidente para hacer un balance tan positivo? ¿Cuáles son las fortalezas de su gestión y cuáles las reformas pendientes? ¿El horizonte de España está despejado para 2018?

| Álvaro Lodares Opinión

 

 

El presidente del Gobierno acaba de hacer balance de lo hecho a lo largo de todo este tiempo. Voy a intentar comentar lo que me ha parecido lo dicho Mariano Rajoy en su intervención pública para cerrar 2017, siempre desde un punto de vista lo más económico posible.

 El jefe del Ejecutivo hace bien en sacar pecho y en presumir de lo que se ha conseguido, no solamente en este año que finaliza (que ha sido también mucho) sino a lo largo de estos últimos ejercicios. Es verdad que la mejora de la economía española ha venido acompañada fundamentalmente de cierto orden, (cuando digo orden me refiero a poner la casa en orden también), cierta tranquilidad, algunas reformas  a medio hacer y de las que yo siempre me quejo por insuficientes, pero unas reformas que es verdad que se han tomado en situaciones más extremas y más duras (tanto Zapatero cuando tuvo que aprobar esa ley de límite presupuestario como luego las dos que hizo Rajoy: la media reforma laboral y la reforma del sistema financiero, de la cual todavía siguen pendientes algunos flecos y se están teniendo noticias de algunas de estas cosas).

Por todo eso tiene que estar orgulloso el señor Rajoy.  Ahora, debe recordar que los verdaderos protagonistas de esa mejora hemos sido los ciudadanos, los trabajadores y las empresas. Incluso en este mismo año que finaliza cuando había problemas  de si el déficit se iba a cumplir o no, lo que se hizo fue dar una vuelta a los impuestos de sociedades y arreando que es gerundio.  Otra de las cosas es que los impuestos ahora van a toda marcha por la recuperación y están presumiendo de déficit, pero no es ésa la forma en cómo se aplican medidas que fortalezcan a medio y largo plazo la economía.

Las tendencias

Es verdad que en general los políticos tienen una visión cortoplacista y esto es un problema. Es verdad que el presidente del Gobierno habla hasta 2020 en todo momento y  es verdad que 2018-2019-2020 van a ser años en los que se va a seguir esta tendencia que tenemos.

 

Rajoy tiene derecho a sacar pecho con los datos en la mano, pero hay reformas cruciales a medio hacer o sin hacer

 

En 2019-2020 con bajada de IRPF, cosa que puede revitalizar porque a medida que va pasando 2018-2019-2020 el PIB va a seguir creciendo, pero cada vez se van a ir desacelerando un poquito lo que se suelen llamar las locomotoras de la economía y tienes que tener sustitutos.

Por eso también hay problemas en esa visión que ha dado Rajoy. Fundamentalmente la inestabilidad política, a la que ha hecho referencia especialmente con el tema catalán, pero también porque el Gobierno cada vez que tiene que aprobar una ley las pasa un poco canutas y eso también debería hacer que nuestros parlamentarios tuvieran un poquito más de conciencia y responsabilidad para mejorar la situación de sus ciudadanos, que están ahí para eso. 

Las nubes

Y luego están los tipos al alza, el problema del gasto, del déficit y la deuda que no se ha acometido y hay una serie de reformas que siguen sin acometerse porque hemos tenido otras prioridades en estos últimos tiempos. Esas reformas pendientes son: la otra parte de la reforma laboral, la reforma educativa, la financiación autonómica, los problemas de fiscalidad,  las pensiones o la liberalización de los servicios, cosa que no se termina de hacer.

Hay una serie de cuestiones ahí a mover, a modificar. Es muy complicado teniendo en cuenta el horizonte parlamentario existente, pero por eso se analiza aquí todo desde un punto de vista puramente económico y no político.  No hablamos de las posibilidades, sino de las necesidades: las cosas que deberían hacerse para que a medio-largo plazo la fortaleza de la economía española (con altibajos) sea sólida y potente.