| 28 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Alfonso Fernández Mañueco y Francisco Igea.
Alfonso Fernández Mañueco y Francisco Igea.

La anarquía en Cs pone el Gobierno de Castilla y León a tiro para el PSOE

La revancha de la fracasa moción de censura de Murcia se juega el lunes en Valladolid. El movimiento de una procuradora de Cs ha hecho temblar el suelo a los pies de Fernández Mañueco e Igea

| Ana Martín España

 

El movimiento de una procuradora de las Cortes de Castilla y León que ha abandonado el grupo parlamentario de Ciudadanos (hasta ahora de 12) para quedarse como procuradora no adscrita ha encendido las alarmas en el Gobierno del popular Alfonso Fernández Mañueco.

No en vano, la decisión de María Montero, con escaño por Salamanca, se produce a tres días de que empiece el debate de la moción de censura presentada por los socialistas de Luis Tudanca. Y, curiosamente, minutos antes de que cerrara el registro de las Cortes hasta el lunes, el día D. El debate empezará a las nueve de la mañana.

Tanto populares como naranjas sospechan que Montero está negociando con el PSOE su apoyo a la moción de censura, aunque ella haya atribuido su marcha al "fruto de una profunda reflexión" y a "un ejercicio de honestidad por la deriva del partido. 

Si su voto en sí, ello dejaría a Tudanca a falta de tres votos para convertirse en presidente de la Junta. El primero del PSOE desde José Constantino Nalda. Y desde entonces han llovido 34 años (1987).

María Montero, desde este viernes procuradora no adscrita. 

 

Se prevé un fin de semana de infarto, porque a esta hora Fernández Mañueco no tiene asegurada su continuidad. A priori, la moción de censura no iba a prosperar al no contar con el apoyo de Ciudadanos, que gobierna en coalición con el PP. De hecho la semana pasada Fernández Mañueco compareció junto a su vicepresidente, Francisco Igea (Cs), para escenificar su alianza tras la moción de censura en Murcia y la convocatoria de elecciones en Madrid.  

Sin embargo, el movimiento inesperado en el seno del grupo naranja ha provocado un temblor de tierra en la Junta de Castilla y León, dado que con un diputado de Cs que le falle a Igea la moción de censura podría acabar saliéndole bien a Tudanca

Los números están así. Los socialistas necesitan el voto de seis procuradores (diputados autonómicos) a mayores de los 35 que ellos tienen en las Cortes. Los dos de Unidas Podemos ya han dicho que sí, de hecho son los únicos. 

Quedarían cuatro. Si el socialista Tudanca consigue el voto del procurador de Unión del Pueblo Leonés, el de Por Ávila y el de la outsider de Cs, solo necesitaría uno más. El de un tránsfuga de Cs. O los de dos tránsfugas de Cs y el de UPL o el de Por Ávila. O directamente los de tres tránsfugas de Cs.

Igea despidió a Montero con un escueto mensaje en Twitter, manifestándole su "respeto y cariño". Pero Cs le ha pedido que entregue su acta de inmediato. No parece que sea ésa la intención de la salmantina.   

 

Desde Salamanca, el presidente regional ha abogado por "cumplir los pactos firmados" para poder "culminar el proyecto de transformación de Castilla y León". El problema es que no está en la mano de Igea, firme partidario de mantener el acuerdo de gobierno los dos años que quedan de legislatura.

El PSOE busca redimirse del fracaso de la moción de censura en Murcia. A 600 kilómetros de distancia, la revancha se juega el lunes en Valladolid.