| 15 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Los mossos Carlos de Pedro y Xavier Goicoechea
Los mossos Carlos de Pedro y Xavier Goicoechea

Los mossos juzgados por escoltar a Puigdemont dicen que fueron a montar muebles

Los mossos que estaban con Puigdemont cuando fue detenido con una euroorden se enfrentar a tres años de prisión.

| L. F. España

Carlos de Pedro y Xavier Goicoechea son los dos mossos que acompañaban a Carles Puigdemont cuando fue detenido en fue detenido en Alemania, ahora se enfrentan a tres años de cárcel por un presunto delito de encubrimiento.

Los dos mossos se han defendido en la Audiencia Nacional, alegando que estaban convencidos de que su actuación era legal, ya que ellos trasladaban al ex presidente de la Generalitat a Bruselas para entregarse a la fiscalía belga, siempre actuando como acompañantes.

Carlos de Pedro y Xavier Goicoechea fueron procesados en febrero de 2020 por el Juzgado Central de Instrucción Número 6 al considerar que con su actuación perseguían que Puigdemont no fuese detenido después de que se reactivara la orden europea de detención y entrega emitida por el Tribunal Supremo en su contra en él marco de la investigación del 'procés', ahora la Fiscalía pide tres años de prisión para los mossos.

Conscientes de la euroorden 

El teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Miguel Ángel Carballo, señaló en un escrito del pasado mes de abril que los dos mossos actuaron siendo "conscientes" de que había una euroorden contra Puigdemont por hechos que podían ser constitutivos de delitos de rebelión y que su intención era ayudarle a regresar a Bélgica y "evitar su identificación en algún lugar donde pudiera ejecutarse" dicha orden.

Los dos acusados únicamente han contestado a las preguntas de su abogado. Ambos han declarado, que llegaron a la casa de Waterloo usando unos días de libranza, no en calidad de mossos ni para actuar como escoltas. Según su versión, les dijeron que se había puesto en marcha la euroorden y que debían viajar en coche hasta Estocolmo, donde se encontraba en ese momento el líder catalán, para llevarlo hasta Bruselas.

"No era delito si estaba de acuerdo con los abogados y los abogados estaban de acuerdo con un fiscal. No podía ser delito en absoluto", ha razonado De Pedro.

Los mossos han contado que salieron de viaje la misma madrugada del 24 de marzo en dirección a Estocolmo, para emprender marcha al día siguiente hacía Bruselas. Nada más cruzar la frontera alemana, un "carrusel de vehículos", en palabras de Goicoechea, les interceptó y condujo hasta una zona de descanso por un control "rutinario" de tráfico.

Coche habitual y reconocible

Los agentes germanos solicitaron la documentación a todos los pasajeros y, al identificar a Puigdemont, le comunicaron que quedaba detenido porque había una euroorden en su contra. "Al resto nos dicen que nos podemos ir tranquilamente, sin pedirnos en ningún momento que paráramos el vehículo, ni nos inspeccionaron. Insistimos en si nos podíamos ir y nos dijeron que sí, que no habíamos cometido ningún ilícito", ha narrado Goicoechea.

Los mossos han recalcado, que para este desplazamiento usaron "el vehículo que estaba disponible en la casa en aquel momento, un vehículo conocido por todo el mundo", tanto por fuerzas de seguridad como por la prensa ha declarado Goicoechea añadiendo tajante: "Es que no nos teníamos que esconder de nada ni de nadie".

Desmontando muebles en Waterloo

Antes de partir hacia la capital sueca, recalaron en la vivienda de Waterloo que Puigdemont usaba como residencia europea. En esos pocos días que transcurrieron estuvieron "ayudando al día de la casa", según De Pedro. "Desde montar muebles, ordenar cosas, limpiar o ir a la compra, poca cosa más", ha remachado su compañero.

La declaración de los acusados ha venido precedida de las cuestiones previas planteadas por su defensa, entre ellas que los hechos ocurrieron en Alemania no en España, y que ya fueron expuestas ante la sala de apelación. El fiscal Emilio Miró ha recordado que el delito de encubrimiento existe en los países por los que pasó el vehículo de Puigdemont en la huida a su refugio belga, por lo que sí se da el requisito de la doble incriminación.