| 27 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Pedro Sánchez
Pedro Sánchez

Sánchez tapó la detención de los escoltas de Iglesias mientras aireaba las balas

El Gobierno amplificó las amenazas a sus cargos hasta que también las recibió Ayuso y mientras escondió que dos colaboradores de Iglesias agredieron a policías en Vallecas.

| Javier Rodriguez España

 

El Gobierno de Pedro Sánchez escondió durante dos semanas la detención de dos guardaespaldas de Pablo Iglesias, por agredir a policías nacionales durante un mitin de VOX en Vallecas, mientras dio instrucciones de amplificar al máximo las cartas amenazantes anónimas recibidas por el líder de Podemos y, entre otros, los ministros de Interior y de Industria, Fernando Grande-Marlaska y Reyes Montoro, respectivamente.

Aún más, cuando la titular de Industria -próxima vicepresidenta de Gabilondo si llegara a gobernar en Madrid- denunció los hechos, posando con una imagen amplificada de una navaja pintada de rojo; el Ministerio del Interior ya era consciente de que el autor era un enfermo psíquico que había remitido otro sobre similar al presidente de Turquía, dejando en ambos casos su nombre y dirección reales.

 

Es decir, mientras la violencia real procedía del ámbito del exvicepresidente y afectaba a servidores públicos; lo que hizo el Gobierno fue taparla y lanzar su campaña "contra el fascismo" a sabiendas de que, al menos en uno de los casos, el origen de la bravata era un desequilibrado perfectamente identificado. De las otras amenazas, al propio Marlaska, a la directora general de la Guardia Civil y al expresidente Zapatero, nada más se sabe desde que se dieron a conocer.

"Siempre han existido"

La espiral terminó, eso sí, cuando se conoció también otro anónimo amenazador contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, procedente de Cataluña. "Este tipo de amenazas siempre han existido y existirán, lo que ha cambiado es que ahora las han dado a conocer", explicó esta semana el portavoz de la Unión Federal de Policía, José María Benito, de ronda por distintos medios de comunicación.

Sánchez escondió durante dos semanas la participación de los guardaespaldas de Iglesias en la violencia de Vallecas

En apenas una semana, la situación ha dado un vuelvo: de sentirse víctimas de un "fascismo" que la práctica totalidad de PSOE y Podemos achacó a VOX; han pasado a ser sospechosos de intentar esconder a la opinión pública la participación de la guardia pretoriana del exvicepresidente en un episodio de violencia que dejó a 20 agentes heridos y 13 detenidos.

"De aquí al martes aparecerá que participé en el asesinato de Kennedy", fue la respuesta de Iglesias este sábado cuando la ola empezaba a arrastrarle tras conocerse por El Confidencial que sus "machacas" de mayor confianza, uno de ellos relacionado con el grupo ultra del Rayo Vallecano conocido como "Los Bukaneros", había sido detenido.

El silencio de Pedro Sánchez, que participó directamente en la campaña de agitación "antifascista" y movilizó a Adriana Lastra para intentar mezclar a la propia Ayuso en los hechos; remata la sensación de que el tiro les ha salido por la culata y la violencia tendrá una honda resaca pero en el sentido contrario: la ocultación de las detenciones en Vallecas puede provocar acciones judiciales de VOX e iniciativas parlamentarias del PP, con Marlaska de nuevo en el ojo del huracán.

El ministro del Interior, que se salvó de la reprobación hace unos días por el apoyo de Bildu, arrastra un profundo malestar en la Policía Nacional y de la Guardia Civil que se ha agravado con su aparente complicidad con Iglesias, a quien parece haber querido proteger antes que a los agentes apaleados por su escolta.

 

El propio presidente de VOX, Santiago Abascal, lo ha denunciado con contundencia este fin de semana, acusando directamente a "Sánchez y Marslaska" de haber "ocultado" los hechos mientras exigían condenas por unas cartas": "Actúan como criminales", remató el presidente del partido.

Más allá de las consecuencias legales o políticas de la insólita cadena de silencios y exabruptos, queda la sensación de que todo obedece a los adversos presagios para el PSOE y Podemos de cara al 4M. "Están desesperados, harán lo que sea", explican a ESdiario fuentes populares que ya llevan semanas advirtiendo del "juego sucio" que ahora parece confirmado.