Sánchez neutraliza la amenaza inminente de Díaz aplazando el Congreso del PSOE

La amenazas veladas de Susana Díaz de arrebatarle a Pedro Sánchez el liderazgo del PSOE están ahí casi desde que fue elegido, pero se habían acentuado en los últimos días a través de filtraciones del entorno de la baronesa andaluza a varios medios de comunicación. Según las informaciones de los círculos cercanos a Díaz, la paciencia de la lideresa se estaba agotando y ya no se molestaba ni en disimular y hasta bromeaba en privado sobre el inminente asalto al liderazgo de Sánchez.

Con este panorama sobre la mesa, y la rumorología a pleno rendimiento en los mentideros políticos, Sánchez movió ficha este lunes en un intento por desactivar a su rival interna y propuso a las federaciones socialistas aplazar el congreso que estaba convocado para mayo, y en el que se tiene que renovar la dirección del partido, una decisión que tendrá que tomar formalmente el Comité Federal este sábado.

Según fuentes socialistas, el secretario general del PSOE citará este martes a su Ejecutiva para convocar un Comité Federal extraordinario que cambie las fechas del 39 Congreso del partido, previsto para los días 21 y 22 de mayo y que será finalmente retrasado.

Después de semanas de incertidumbre sobre el mantenimiento del cónclave según lo previsto, Ferraz ha consultado este lunes a las federaciones y ha constatado que existe consenso sobre la conveniencia de aplazarlo. Algo que no parece compartir el PSOE andaluz, cuya primera reacción fue asegurar que esperará a "escuchar las explicaciones y razones de la dirección federal" para proponer el aplazamiento del congreso y lo que opinan el resto de federaciones antes de posicionarse al respecto.

Así lo manifestó el secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo, que aseguró que desde el PSOE andaluz desconocen "las razones de por qué se plantea trasladar la fecha del congreso".

Sánchez, por su parte, alega que si se hubiera mantenido según lo aprobado el pasado 30 de enero, las candidaturas a la Secretaría General debían haberse presentado entre los días 11 y 14 de abril, en plenas negociaciones para la formación de Gobierno, suficiente para que Ferraz sostenga que antepone los "tiempos de España" a "los del partido" y neutralice (al menos temporalmente) a Díaz recalcando que lo importante es continuar con los esfuerzos de que el país tenga un gobierno estable.

Sea como fuere, bien es cierto que un día después de las elecciones del 20 de diciembre, la dirección ya apuntó que el congreso (que debía haberse celebrado en febrero, cuatro años después del último) tendría que retrasarse hasta que se resolviera la gobernabilidad de España.

Cabe recordar que la fecha de este cónclave elevó a máximos la tensión entre Ferraz y las federaciones críticas (lideradas por la propia Díaz), que querían mantener los plazos previstos estatutariamente. Después, cuando la dirección propuso hacerlo en junio, pidieron su adelanto y finalmente se fijó para los días 21 y 22 de mayo, con una consulta previa a la militancia, en el caso de que hubiera más de un candidato a la Secretaría General, el 8 de mayo.