| 29 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
El Rey y Pedro Sánchez el sábado en Torrejón de Ardoz.
El Rey y Pedro Sánchez el sábado en Torrejón de Ardoz.

Ni Iván Redondo ni Óscar López, el bombero torero es Pedro Sánchez

El presidente del Gobierno es él y sus circunstancias. Y las decisiones que marcan su camino no pueden ser siempre culpa de los demás.

| Antonio Martín Beaumont España

 

Nuestros militares siempre van un paso más allá de lo que es exigible a cualquier servidor público. Esta vez, justo en el momento de la “fuga” de Afganistán protagonizada por el “mundo civilizado”, lo han vuelto a demostrar: "Chapeau!"

También el embajador en Kabul, Gabriel Ferrán, cesado por Pedro Sánchez antes de irse de vacaciones al palacio de la Mareta, y su segunda de a bordo, Paula Sánchez, han mostrado el coraje de quienes miran más por los demás que por ellos mismos. Son un orgullo para España.

 

Ahora bien, que este Gobierno, con Sánchez a la cabeza, quiera sacar rédito político de haber abandonado a su suerte a millones de personas que se quedan en manos del fanatismo talibán, ya es el colmo del cinismo.

No es Afganistán motivo para colgarse medallas

No, los políticos aquí no deben ponerse medalla alguna. Al revés.

Afganistán es el triunfo de la barbarie contra la civilización, es la historia de la cobardía de quienes sólo miran los sondeos electorales. Los políticos deben callarse, incluso.

Mientras todo se desorbitaba, con la seguridad de ciudadanos españoles en juego, el presidente del Gobierno bostezaba en Lanzarote y se tostaba al sol canario. Luego, como siempre, llegó para hacerse la fotografía a pie de avión recibiendo a quienes habían visto su vida pendiente de un hilo.

Iván Redondo ha abandonado La Moncloa y ahora su sustituto, Óscar López -cuentan quienes siguen de cerca al poder socialista-, quiere hacer al secretario general  del PSOE un político más pegado a la tierra.

 

Seguramente es muy tarde. Sí. Pero, sobre todo, ¿alguien en su sano juicio piensa de verdad que un líder político es fruto de la estrategia que le marca el jefe de Gabinete, por importante que sea quien le prepara la agenda cada día?

No, las erráticas políticas de Sánchez no son culpa de Redondo, por mucho que ahora algunos deseen cargarle el mochuelo por aquello de “muerto el perro se acabó la rabia”.

Como diría Ortega, Pedro Sánchez es él y sus circunstancias. Y las decisiones que marcan su camino no pueden ser siempre culpa de los demás.

Cuando un torero falla repetidamente con el estoque, no es posible echar la culpa al mozo de espadas.