Los transportistas arrancan una nueva huelga indefinida que amenaza con el caos

Los transportistas vuelven a la huelga. A partir de este próximo domingo, y de forma indefinida, los camioneros que se integran en la Plataforma Nacional de Defensa del Sector del Transporte aparcarán de nuevo sus vehículos como ya hicieron el pasado mes de marzo en unas protestas que sembraron el caos y el desabastecimiento en algunos sectores. 

Las movilizaciones han sido respaldadas por el 86% de los miembros de la plataforma, que aglutina a camioneros autónomos y pequeñas empresas, y lo harán para protestar por el incumplimiento por parte de los cargadores de la ley de costes, que prohíbe trabajar a pérdidas.

Los transportistas vuelven a la carga ante la situación insostenible que viven

Según ha detallado su presidente, Manuel Hernández, el Decreto-Ley aprobado el pasado mes de agosto para evitar que el sector no trabaje a pérdidas no está funcionando, fundamentalmente, porque el Gobierno no está llevando a cabo ningún control al respecto.

A esto hay que añadir que mientras sus costes se han incrementado un 30%, -debido al aumento de los carburantes-, y los precios también lo han hecho, los precios del transporte han bajado, lo que constituye "una tomadura de pelo", para un sector clave para el país. 

De hecho, el paro que protagonizaron el pasado mes de marzo durante más de dos semanas provocó problemas de suministro en todo el territorio, pero además en este caso cuentan con el respaldo de la Asociación del Sector Primario de España (Asepres).

"La Administración debe reaccionar rápido y afrontar lo que está por venir", ha señalado Hernández en rueda de prensa este lunes, quien ha puesto el acento en que los autónomos que integran el sector no tienen capacidad en estos momentos para afrontar el incremento de costes.

"Estamos pagando un 40% menos de salario a nuestros conductores, haciendo seguros que cubran lo mínimo imprescindible por no poder costear los importes que nos exigen", ha denunciado. Asó, para Hernández, los "pequeños desajustes" en el cumplimiento de las medidas acordadas con el Gobierno, -tal y como los ha denominado la ministra, Raquel Sánchez-, "son muertes laborales", y a este respecto ha cifrado entre 200 y 250 la cifra de empresas que se ven obligadas a cerrar cada mes.

"No tenemos tiempo. Cada día que pasa se producen tragedias empresariales, pero también familiares, porque está llegando a haber casos de suicidios", ha advertido.