| 15 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez, en una imagen de hace cuatro años
José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez, en una imagen de hace cuatro años

Los exministros de Zapatero copan “puestazos” de nuevo en la era Sánchez

Nuevo paisaje político-empresarial tras el deshielo de la relación Sánchez-ZP: el zapaterismo ha vuelto y las confidencias entre ambos marcan su estrechísima relación.

| Esther Jaén España

 

 

Cuando Pedro Sánchez, se montó en el coche, en 2017, para recorrer España y recuperar la batuta de un PSOE cuya cúpula prácticamente lo echó a empujones de la sede socialista de la madrileña calle Ferraz, pocos eran los apoyos de “peso político” que decidieron acompañarle en su aventura.

No lo hicieron los barones regionales más poderosos ni los ex ministros de los anteriores gobiernos socialistas se significaron a favor del aspirante a “renacido” del PSOE. Y, por supuesto, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero apoyaron a su rival, la hoy líder del PSOE de Andalucía, Susana Díaz.

Desde entonces, salvo excepciones, la brecha entre el PSOE de González y Zapatero y el de Sánchez se fue agrandando. Pero, poco después de las elecciones generales de noviembre de 2019, según aseguran fuentes socialistas, la distancia entre Zapatero y Sánchez empezó a estrecharse hasta llegar al momento de las confidencias y hasta la petición de “discos solicitados”, de presidente a presidente.

 

Aseguran quienes llevan más de media vida con su carné de socialista en el bolsillo y muchos tiros dados en la cofradía del puño y la rosa que, a cuenta del deshielo entre las relaciones Zapatero-Sánchez , un auténtico aluvión de exministros y cargos de Zapatero ha reverdecido y que, quizás porque sus nombres se han invocado en el momento y el lugar oportuno, o tal vez porque, tanto en el Ejecutivo actual como en aquellas empresas que le son cercanas, han descubierto de repente la sabiduría que atesoran los ex ministros de Zapatero, estos han vuelto a ocupar puestos en Consejos de Administración y presidencias de Patronatos durante todo el año 2020.

Así, a principios de 2020, el ex ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, se sentaba en el Consejo de Administración de Duro Felguera, gran empresa asturiana para la que el  Ejecutivo ha aprobado un rescate de 120 millones de euros.

A cuenta del deshielo entre las relaciones Zapatero-Sánchez , un auténtico aluvión de exministros de Zapatero ha reverdecido

Los ex ministros José Blanco y José Montilla se incorporaron al Consejo de Administración de Enagás, empresa participada en un 5% por la SEPI en mayo del pasado año. Anteriormente, la ex titular de vivienda, Beatriz Corredor, era nombrada Presidenta de Red Eléctrica, puesto del que salió el también ex ministro Jordi Sevilla, por su pésima sintonía con la titular de Transición Ecológica, Teresa Ribera, según se dijo entonces. Por ser justos, Corredor se había significado a favor de Sánchez desde que éste decidió reconquistar la secretaría general del PSOE.

Ángeles González-Sinde es la presidenta del Patronato del Museo Reina Sofía desde mediados del pasado año y Beatriz Corredor la vicepresidenta del mismo. A la que fuera vicepresidenta de Zapatero, Elena Salgado, la “ficharon” para el Consejo de Administración de SABA, Empresa de Aparcamientos cuyo principal accionista es Criteria Caixa, el holding inversor de Caixabank.

De vuelta

Joan Clos  ha emergido como presidente de FIABCI, que es la rama española de la patronal de empresarios inmobiliarios de todo el mundo y Leire Pajín preside, también desde 2020, la Fundación Unión Europea-América Latina y Caribe.

No olvidemos tampoco al brillante profesor Miguel Sebastián, nombrado ya en 2019 Consejero de INDRA a propuesta de la SEPI, o el flamante Consejero dominical de PRISA, Miguel Barroso, que ocupó la Secretaría de Estado de Comunicación entre 2004 y 2005, con el presidente ZP.

Me faltan dedos de las manos para contar tanta incorporación en tan poco tiempo y habilidad en el cálculo mental para sumar sueldos. Pero lo que me queda claro y supongo que también al lector es que el zapaterismo está de vuelta.