| 14 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Quim Torra, con todos los condenados del procés
Quim Torra, con todos los condenados del procés

Los presos ya están en libertad: así se pitorrea la Generalitat del Supremo

Es un goteo incesante pero firme: los condenados salen por la puerta de atrás gracias a Quim Torra. Cuixart lo ha hecho hoy para irse a su propia empresa. Pero hay mucho más.

| Javier Rodríguez España

Jordi Cuixart ya sale a diario de la cárcel y solo regresa a dormir. Tiene un permiso de "trabajo". Pero donde "trabaja" es en su propia empresa, Aranow, dedicada al embalaje y con una plantilla de 50 empleados. Nadie controla lo que hace allí, y tampoco si abandona su propio despacho en algún momento.

Nada tendría de particular de no ser uno de los cabecillas de la intentona de independizar a Cataluña a la fuerza y no tuviera ya una condena firme a prisión de 9 años por el grave delito de sedición y a otros nueve de inhabilitación para cargo público, según la sentencia del Supremo. "No me arrepiento", dijo el líder de Omnium Cultural en su juicio en incontables ocasiones.

Sin amnistía ni indulto, lo cierto es que los condenados por el Golpe institucional en Cataluña ya disfrutan de algo parecido a la libertad. "La Fiscalía se ha opuesto siempre", explican fuentes jurídicas a ESdiario. "Pero decide la Junta de Tratamiento de la prisión", en manos de la Generalitat.

Lledoners ya ha activado las órdenes de Torra: los presos salen ya sin necesidad de amnistías ni indultos

Por eso Cuixart ya está en la calle, en su segunda casa, y por esto también tiene pendiente de disfrutar un permiso de 72 horas seguidas que aprovechará como quiera. No es una excepción. Los nueve condenados no disfrutan aún de los mismos privilegios, pero todos cuentan con la benevolencia de los dirigentes penitenciarios catalanes.

Cuixart no es una excepción, y de la manga ancha que disfruta da cuenta una imagen insólita: al volver a su trabajo, con la prohibición expresa de hacer declaraciones públicas, las ha hecho este jueves sirviéndose de un ardid.

Ha hablado ya dentro de las instalaciones, como si fuera una alocución para la plantilla, pero en el tono de burla a la ley de siempre: "A seguir luchando por sacar adelante la empresa y trabajando también por la libertad y la amnistía".

 

 

El periódico de referencia del soberanismo, elnacional.cat, ha ido desglosando en las últimas fechas el estado penitenciario de muchos de ellos que demuestran que Cuixart es norma, no excepción. Por ejemplo, la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, sale también de Lledoners tres días a la semana, supuestamente para cuidar de su madre.

Y el otro Jordi, Sánchez, sigue los pasos de Cuixart y sólo vuelve a dormir y los fines de semana, algo que puede cambiar en breve y a mejor. Porque la Generalitat controla todo el proceso y las indicaciones de la Fiscalía, en contra de dar la libertad apenas cuatro meses después de conocerse las sentencias firmes, no sirven de mucho si un juez no interviene para imponerlas.

 

De momento, todos los condenados han accedido al segundo grado, fácil de alcanzar para cualquier condenado, bien es cierto. Pero es la antesala de un "permiso total" que también depende de la Junta de Tratamiento y solo necesita disimular un poco con los plazos. "El tercer grado o régimen abierto se parece ya mucho a la libertad", explican las mismas fuentes.

A su favor

Junqueras tendrá que esperar un poco más, y con él los Rull, Turull o Forn. Pero no mucho, tampoco. Porque tienen una baza a su favor que, paradójicamente, les dio el propio Tribunal Supremo, según explican fuentes políticas a este periódico.

"Los fiscales pidieron que constara en la sentencia la imposibilidad de acceder a beneficios penitenciarios hasta que no estuvieran cumplidas la mitad de cada condena. Pero esa petición quedó desechada y no aparece en el fallo", concluyen.