| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Moreno en su visita al hospital.
Moreno en su visita al hospital.

La Junta reabre el hospital de Sevilla que la ministra Montero compró y cerró

El Gobierno andaluz recupera el antiguo hospital militar Vigil de Quiñones, el mayor "pufo" que dejó la ahora ministra cuando era consejera de Salud. Ayudará en la lucha contra la pandemia.

| L. Moro España

La Junta de Andalucía ha recuperado para los sevillanos el que se había convertido en uno de los grandes símbolos de la inoperancia de los gobiernos socialistas: el antiguo hospital militar Vigil de Quiñones, después de casi 17 años cerrado. 

El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, inauguró este lunes el hospital de emergencias Covid, vocación de convertirse en una especie de Zendal a la andaluza. A partir de ahora dará comienzo una reforma integral que costará en torno a 40 millones de euros y que estará terminada en un año y medio. 

De momento ya tiene 144 camas de hospitalización y 26 camas UCI y este lunes recibió a su primer paciente. Y como afirmó Moreno: "No es un hospital de campaña" sino uno que se quedará para la posteridad.

En la reapertura ni estuvo ni se la esperaba la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la mujer que dejó morir el Vigil de Quiñones tras comprárselo al Ministerio de Defensa para convertirlo -supuestamente- en civil.

Aquel fue uno de los grandes pufos que dejó la ministra portavoz en Andalucía cuando era consejera de Salud.

En junio de 2004 Montero, Defensa y el Ayuntamiento de Sevilla firmaron un convenio para la cesión del hospital. La Junta de Andalucía, entonces presidida por el socialista Manuel Chaves, pagó seis millones de euros al Ministerio,  que percibió otros 28,6 millones en contraprestaciones urbanísticas establecidas en el Plan General de Ordenación Urbana de Sevilla.

La entonces consejera de Salud andaluza y ahora ministra.

 

La propia Montero anunció que la Junta iba a invertir 23 millones de euros para convertir el Vigil de Quiñones (que funcionaba) en un moderno hospital, orgullo de los andaluces. Iba a tener, entre otras prestaciones, la primera unidad de neurorehabilitación de lesionados medulares y daño cerebral de toda Andalucía. En sus quirófanos iban a practicarse 30.000 intervenciones quirúrgicas al año. Todo eso y más vendió a la opinión pública.

Se suponía que en 18 meses iba a estar en perfecto estado de revista. Pero las palabras de la consejera Montero acabaron quedando en un cuento de la lechera. Pasaron los años y lo único que se movía en el hospital militar era el presupuesto inicial. Porque máquinas, ninguna. 

Hasta 2009 la Junta no pidió los permisos para empezar las obras, que por entonces cuantificó en 54 millones de euros, más del doble de lo presupuestado inicialmente. Después a la Junta se le echó la crisis encima y orilló el proyecto. 

Ello peses a las demandas de la comunidad sanitaria y de ayuntamientos cercanos, que en 2017 se organizaron para pedir la reapertura del Vigil de Quiñones para aliviar la presión hospitalaria del Servicio Andaluz de Salud y reducir unas listas de espera disparadas. Tampoco entonces tuvieron respuesta. 

Ahora por fin la población andaluza, especialmente la sevillana, ve cumplido un viejo anhelo. Y el PSOE de Andalucía calla.