Sanidad desata un nuevo caos de las mascarillas y hasta el propio PSOE se rebela

El Gobierno vuelve a generar más incertidumbre aún, y desata un nuevo caos en su estrategia contra la pandemia, en vísperas de la cuarta ola de contagios. El Consejo Interterritorial de Salud, celebrado este miércoles en Valladolid, ha culminado una nueva incoherencia del Ejecutivo de Pedro Sánchez.

Porque si este lunes el BOE publicó una revisión de la actual orden para endurecer el uso de la mascarilla al aire libre -avanzando su obligatoriedad en las playas este verano-, y la propia portavoz de Moncloa, María Jesús Montero, justificó hace 24 horas la medida que ha cogido por sorpresa a las autonomías y al sector turístico, la ministra de Sanidad ha optado este miércoles por la táctica baloncestística del tiempo muerto.

De momento, la obligatoriedad de las mascarillas y el endurecimiento de su uso queda aparcada hasta que los responsables autonómicos lo estudien en profundidad. Pero Moncloa ha abierto un nuevo cisma, encabezado en esta ocasión por la socialista Francina Armengol, que ya ha desmacado a Baleares ante la rebelión de su sector turístico.

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En su comparecencia ante los periodistas tras la última cumbre con los consejeros autonómicos, la ministra Darias se ha justificado en que "se está trabajando de manera técnica para intentar, dentro del margen que posibilita la ley, elaborar unos criterios técnicos de aplicación de esta ley para el próximo consejo interterritorial".

"Espero que en ese margen de actuación podamos encontar un espacio para aplicar esta ley de la forma más armonizada y contextualizada posible", ha subrayado para justificar el cambio de criterio del Gobierno en apenas 48 horas.

La ministra de Sanidad, junto al presidente de Castilla y León, anfitrión del último Consejo Interterritorial de Salud de este miércoles.

Todo después de que se conocieran las primeras rebeliones autonómicas, la primera desde las propias filas socialistas. Así, pese al anuncio del Gobierno, el uso de la mascarilla no será obligatorio en las playas de Baleares siempre que haya distancia, se esté con un único grupo de convivencia o para tomar el sol.

Así lo ha advertido la consejera de Salud y Consumo del gobierno de la socialista Francina Armengol, Patricia Gómez, quien ha explicado que Baleares seguirá manteniendo esta norma, acordada en noviembre.

Gómez ha adelantado su desmarque después de participar en el Consejo Interterritorial. La consejera ha justificado que, según la frase de la norma "con arreglo a las autoridades sanitarias", Baleares entiende que la ley no afecta a las medidas aprobadas en las Islas sobre el uso de la mascarilla en playas, piscinas, espacios abiertos y deportes al aire libre fuera de los núcleos de convivencia. Poco después, Cataluña se ha sumado al desmarque.