| 28 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Sánchez y su mujer, el pasado verano con la canciller Merkel en Doñana.
Sánchez y su mujer, el pasado verano con la canciller Merkel en Doñana.

La Mareta, el palacio ‘maldito’ donde la familia Sánchez se alojará hasta Reyes

El presidente, su mujer, sus hijas y Turca, su perrita, alargarán las vacaciones hasta el fin de semana en el privilegiado palacete de Lanzarote, al que algunos atribuyen cierto gafe.

| ESdiario España

Pedro Sánchez y familia disfrutarán del privilegiado clima canario hasta el próximo fin de semana en la suntuosa residencia oficial de La Mareta, en la isla canaria de Lanzarote, a la que llegaron el pasado sábado en el Falcon de rigor, y después de pasar la Navidad en la finca de Las Marismillas, en el Parque Nacional de Doñana, propiedad de Patrimonio del Estado.

Este viernes no se celebrará la reunión del Consejo de Ministros por lo que el siguiente acto oficial previsto por el presidente del Gobierno será el domingo 6 de enero, cuando asistirá en el Palacio Real a la Pascua Militar que presiden los Reyes. De este modo hasta el sábado Sánchez, su mujer y sus hijas, más sus invitados y, cómo no, la mascota de la familia, la perrita Turca, tendrán ocasión de disfrutar de esta moderna casa-palacio diseñada por el célebre artista lanzaroteño César Manrique, regalada por el rey Hussein de Jordania a Juan Carlos I en 1989, que a su vez la cedió a Patrimonio Nacional.

El presidente, que ya tuvo una toma de contacto con la residencia en octubre, tendrá la ocasión de disfrutar de lleno de las mejoras en la decoración y en la dotación de las instalaciones que se llevaron a cabo el pasado verano. Por ejemplo, la ampliación del equipamiento en seguridad, con un nuevo sistema de vigilancia con cámaras, que costó 33.000 euros.

 

Y no ha querido que nada ni nadie le perturbe en su estancia vacacional, a la que se adjudicará presumiblemente la consideración de 'secreto oficial'. Así, ni siquiera ha respondido a la petición del presidente canario, Fernando Clavijo, de mantener una reunión informal aprovechando su paso por Lanzarote.

Aznar y Zapatero antes

El rey Hussein, que nunca llegó a alojarse en la casa, mandó a construir ese complejo en los años 70 sobre una infraestructura en la que se recogía agua.

Se trata de una construcción con varias viviendas, jardines, dos piscinas y un lago frente al mar cuyo proyecto es del arquitecto Fernando Higueras y en cuyo diseño participó Manrique. La primera personalidad en estrenar La Mareta fue el excanciller alemán Helmut Kohl (fallecido en 2017), en 1991, con motivo de la cumbre hispano alemana.

 

Aspecto de una de las piscinas de la casa-palacio de La Mareta.

 

También han pasado por ese palacete los expresidentes José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, así como el expresidente soviético Mijaíl Gorbachov y su esposa, Raísa, y el expresidente checo Vaclav Havel.

Un 2 de enero negro para la Familia Real.

En diciembre de 2015 el entonces ministro de Industria, Turismo y Energía, José Manuel Soria, y el presidente de Patrimonio Nacional, Alfredo Pérez de Armiñán, firmaron un convenio para destinar La Mareta, por expreso deseo del Rey Felipe VI, al servicio de los intereses turísticos y la marca España cediendo su uso a personalidades de diversos ámbitos tanto de dentro como de fuera de España.

Y es que la Familia Real no puede evitar relacionar este privilegiado recinto con un recuerdo de lo más triste. Para recibir el cambio de siglo y de milenio en 2000, toda la familia se trasladó a La Mareta  y el 2 de enero fallecía en ella la madre del Rey Juan Carlos, María de las Mercedes.

 

Hasta cinco años más tarde, entre el 26 de diciembre de 2005 y el 1 de enero de 2006, no regresó ningún miembro de la Familia Real a La Mareta. Entonces estuvieron los entonces Príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, y su primera hija, la infanta Leonor, nacida dos meses antes. Y ahí se acabó el contacto con este palacete, inevitablemente maldito para ellos, y al que algunos cronistas del corazón le asignan directamente un gafe.