Un vídeo de En Marea provoca un terremoto polémico con acusaciones cruzadas

La formación En Marea (que aglutina a Podemos, Anova e IU) ha provocado un terremoto político este domingo al presentar un polémico vídeo electoral con el que querían denunciar un presunto caso de "voto coaccionado", tanto es así que la formación había estudiado la posibilidad de impugnar la mesa en la que votan los residentes del asilo ubicado en el barrio de San Tomé de Cambados, en Pontevedra, por un posible "carreteo"de votos.

Según han explicado fuentes de la formación, esta posibilidad está siendo valorada por los servicios jurídicos para que después sea trasladada por el coordinador de zona a la junta electoral. Aunque finalmente En Marea ha anunciado que no denunciará ante la Junta Electoral el voto de la mujer de Cambados que manifestó ante la urna no saber "qué día es". El vídeo ha sido difundido por el interventor de la coalición en esa localidad pontevedresa que fue grabado por él mismo como prueba de un supuesto fraude y anunciase su intención de "impugnarlo", la dirección de la coalición ha aclarado que no realizará ninguna acción formal al respecto.

Por su parte, uno de los tenientes de alcalde de la localidad, Tino Cordal (Somos Cambados), ha explicado que varios representantes de En Marea se encontraban en el colegio electoral cuando observaron como o "las monjas del asilo" o "familiares de miembros del PP" acompañaban a votar a personas de avanzada edad. "Les preguntamos a los mayores si sabían a que venían al colegio y, ni sabían a qué venían ni qué día era hoy", ha denunciado Cordal que ha explicado que, una vez comprobado este hecho, trasladaron la incidencia a En Marea para que estudie la posibilidad de solicitar la impugnación de la mesa.

Cruce de acusaciones

Pero aunque finalmente no ha habido denuncia a la Junta, lo cierto es que la polémica no ha tenido fin. Por un lado los afines Unidos Podemos y sus confluencias acusan tanto a PP como a PSOE de querer "trampear" las elecciones. Del lado contrario, populares y socialistas consideran la grabación del vídeo, su difusión y la polémica suscitado como un caso de "acoso a las ancianas".