Puigdemont, desatado: Rajoy dio un "golpe de estado" para "dañar" a Cataluña

El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha comparecido hoy por videoconferencia en la comisión de investigación del 155 en el Parlamento de Cataluña para lanzar balones fuera y culpar a los demás de su escalada golpista en 2017. Además, ha recurrido a las palabras grandilocuentes y al dramatismo para intentar justificar sus acciones y las de su gobierno, que sin embargo, ya han sido juzgadas y condenada por los tribunales.

De hecho, ha comenzado asegurando que "España volvió a ser oscura y tenebrosa, y el octubre de 2017 puso la patria por encima de la justicia y los derechos". Un discurso retórico que ahonda en la tesis del independentismo que sostiene que "querían castigarnos porque los dejamos en evidencia el 1 de octubre".

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 Por ello, sostiene que el 155 fue "un golpe de Estado con responsables directos e indirectos" y un ejercicio de "venganza" contra "todo el pueblo de Cataluña". Así, insiste en que "la aplicación del 155 es la crónica de un golpe de Estado moderno. No necesita militares al poder sino que con un grupo de cargos judiciales debidamente alineados ya basta para alterar el orden constitucional".

Y es que, para Puigdemont la declaración de independencia del 27 de octubre era "la única opción digna y democrática para continuar el camino de la 1-O", aunque derivase en que el Gobierno decidiera activar el 155. De hecho, "ir a elecciones a cambio de detener el 155 nos hubiera ahorrado mucho dolor y sufrimiento, pero el gobierno de Rajoy no dio ninguna garantía", recordando, además, que la posibilidad de convocar elecciones le acarreó críticas de "sectores que ahora me acusan de radical".

El Gobierno  "pretendía causar tanto daño como fuera posible"

Además, ha insistido en que su teoría de que el 155 excede los límites previstos en materia constitucional, argumentando que, durante la elaboración del texto, "se rehusaron explícitamente las enmiendas que proponía UCD y Alianza Popular, los partidos de la derecha herederos del franquismo, que pretendían especificar la disolución de una asamblea regional, como el Parlamento catalán, y la disolución de otros órganos autonómicos".

Por ello, explica que "el Gobierno español debería haber hecho un requerimiento, con la que debería haber fijado la razón por la que se pretende iniciar un 155, y por tanto, dialogar sobre este requisito. A consecuencia de ello, se debería posibilidad un diálogo para buscar solución".

"El Gobierno debe pedir perdón"

Sin embargo, Puigdemont cree que el Gobierno pretendía "causar tanto daño como fuera posible a una población que hacía culpable de haber votado mal", "decidieron perjudicar los siete millones de catalanes","querían perjudicar a personas porque viven en un territorio determinado donde se escogen políticos independentistas".

De esta manera, Puigdemont considera que “no se podrá pasar página hasta que el Estado pida perdón". Sin embargo, ha advertido de que si con la llegada del PSOE y Unidas Podemos al Gobierno, "al final la represión es la misma" y se niega a los catalanes "el derecho a ejercer la autodeterminación" dará igual el color de quién gobierne.