| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Joaquim Forn, en el centro de la imagen detrás de sus seis compañeros
Joaquim Forn, en el centro de la imagen detrás de sus seis compañeros

Un Puigdemont desesperado quiere a un "preso político" de candidato en Barcelona

Frustrado por su arrinconamiento, el expresidente fugado intenta imponer a Joaquim Forn como aspirante a la alcaldía de la capital catalana pese a tener ya otro elegido en primarias.

| R.R. España

Carles Puigdemont se siente arrinconado: su proyecto de la Crida, el enésimo tras dinamitar CiU, Junts pel Catalunya y el PdeCat, no ha calado como paraguas único del independentismo bajo su liderazgo por el desprecio de ERC; y cada día que pasa su fuga a Bélgica le distancia más de la realidad política catalana.

Y para intentar enmendarlo, busca un golpe de efecto a la desesperada de dudosa viabilidad político e incluso jurídica: designar candidato a la alcaldía de Barcelona a uno de los autodenominados "presos políticos" pendientes de juicio en el Tribunal Supremo: el elegido es Joaquim Forn, el exconsejero de Interior que amenazaba con movilizar a los Mossos si, hace ahora algo más de un año, no se aceptaba la "nueva realidad" republicana.

 

Forn es uno de los nueve dirigentes políticos en prisión preventiva, y su designación no sería fácil, empezando por una certeza interna: la Crida ya tiene una teórica candidata, del PdeCat, Neus Munté, ganadora de las primarias internas para elegir el rival de Ernest Maragall (ERC), Manuel Valls (Cs), Josep Bou (PP) o la propia Ada Colau (En Común Podems).

Varios problemas

Y para terminar, su situación penal: parece difícil que salga de prisión mientras no haya sentencia, allá por el próximo verano si se cumplen los pronósticos, y los comicios son en mayo. La cortesía de mantener el cautiverio se debe, más que al Supremo, al exilio de Puigdemont, por cierto: es él quien certifica el riesgo de fuga y prolonga la cárcel provisional de sus compañeros.

En todo caso, las maniobras han comenzado con una representante de Puigdemont al frente del operativo interno: su mano derecha y la de Torra, Elsa Artadi, figura como cocinera del enésimo plato de Puigdemont, experto en guisos políticos achicharrados, al menos hasta ahora.