| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Isabel Peralta, la chica fascista que degrada a los judíos, intenta explicarse

Se ha convertido en tendencia en las redes sociales por su discurso en un acto de homenaje a los caídos de la División Azul. Una tormenta de críticas ha caído sobre ella, pero no se esconde.

| ESdiario España

Sus palabras están en boca de todos. El discurso incendiario de Isabel M. Peralta en un acto de homenaje a la División Azul, plagado de desprecios hacia los judíos y ensalzando el nacismo y el fascismo han provocado una enorme tormenta. Pero ella, no se esconde, sino todo lo contrario, se muestra orgullosa de vestir la camisa azul falangista y asegura que seguirá manteniendo su discurso pese a las presiones. "Podréis denunciarme, encarcelarme, o incluso matarme, pero jamás, jamás, capitularé", ha sentenciado en su cuenta de Twitter.

"Es nuestra suprema obligación luchar por España y por una Europa ahora débil y liquidada por el enemigo, el enemigo que siempre va a ser el mismo, aunque con distintas máscaras: el judío. Porque nada hay más certero que esta afirmación: el judío es el culpable", decía durante su intervención el pasado fin de semana, provocando que ACOM, la asociación pro-judía existente en España, ya haya anunciado acciones legales.

 Sin embargo, ahora, ha intentado explicarse, matizando que su discurso no se dirigía contra "los judíos, sino contra el judío, es decir, contra el que señalo culpable de la liquidación occidental y de llevarnos a las lindes de la descomposición histórica", ha señalado en una entrevista en La Razón.

Según ella, jamás tendría "la osadía de arremeter contra un pueblo completo, un pueblo formado por personas que pueden ser como de mi familia pero practicantes de otra religión, creo que perdería todo el honor que pudiera tener mi persona. Nunca arremetería contra un pueblo entero, sino contra un cierto estrato de la raza noble o de los elegidos".

Esta estudiante de Historia se acercó al facismo con 13 años, cuando le "llamó la atención que todos los medios siempre concordaban en que el fascismo era demoniaco". Por ello, asegura que se puso a estudiar y se "enamoró del fascismo y le he entregado mi vida. Suena ridículo para una persona que no ve la vida y la Historia como yo, pero es mi forma de pensar".