Irene Montero usa a su hija para intentar tapar su negligencia con el 8M

Irene Montero ha reconocido por primera vez que las movilizaciones del 8M podrían haberse aplazado ante la amenaza del coronavirus. Pero echó mano de la excusa de que el Gobierno de Pedro Sánchez carecía de información suficiente sobre la pandemia, un extremo incierto, pues contaba con decenas de avisos desde muchas semanas antes.

En una entrevista en La Sexta Noche, la ministra de Igualdad defendió además sus declaraciones tras la manifestación del 8M en las que reconocía que había habido un descenso en las cifras de las movilizaciones por el temor a la propagación del virus. "Había gente del PP que también decía que era peor el miedo", ha señalado, extendiendo la culpa así a los populares.

El vídeo de Irene Montero donde confiesa su irresponsabilidad en el 8M

Ante las preguntas de Iñaki López, Montero puso en contexto estas declaraciones, que se produjeron en un 'off the record' el día después del 8 de marzo, y recordó que "hasta el propio movimiento feminista" reconocía que el descenso de las cifras en la movilización se produjo por el coronavirus.

"Fui al 8M con mi hija. Creo que eso demuestra que no teníamos la información actual", se justificó la ministra de Igualdad, que reivindicó la actuación del Ejecutivo central a la hora de tomar medidas de confinamiento para evitar la propagación del virus.

En este sentido, admitió que si el Gobierno "hubiera tenido la información que se tiene en la actualidad", se hubieran tomado otras decisiones respecto a la cancelación de eventos y manifestaciones masivas, como es el caso de la del 8-M, que está siendo incluso investigada por un juez. Lo que no reconoció es que el Ejecutivo de Sánchez recibió cerca de cuarenta avisos desde enero hasta la declaración del Estado de Alarma.

Sí lo sabían

Las palabras de Montero en La Sexta Noche se contradicen con las que ella mismo vertió en el polémico vídeo, donde demuestra plena conciencia de la magnitud potencial del coronavirus, hasta el punto de revelar que otros países ya habían tomado "medidas superdrásticas".

Además de su propia "confesión", se acumulan pruebas de que el Gobierno conoció desde enero la amenaza en ciernes y que, sin embargo, permitió cientos de eventos mutitudinarios casi hasta mediados de marzo, lo que desembocó en el mayor contagio en masa de Europa y la mortalidad más elevada del mundo.

Las pruebas de que el Gobierno conoció e ignoró las alarmas por coronavirus

Al menos tres entidades distintas informaron al Ejecutivo, y solo a él, de la posible pandemia de COVID y aconsejaron adoptad medidas de distanciamiento social y aplazar actos de masa: desde enero lo hizo la OMS en reiteradas ocasiones y la Organización Médica Colegial, e incluso el 3 de marzo lo hizo también la Unión Europea.

El propio Ministerio de Sanidad, en sendos informes firmados por el propio Fernando Simón, advirtió en febrero y marzo de que el contagio del virus se produciría en distancias de menos de dos metros, pese a lo cual el portavoz del Gobierno desechó aplazar el 8M, al que el Gobierno convocó con insistencia. Tampoco prohibió los vuelos con Italia hasta el 10 de marzo ni cerró las fronteras hasta una semana después.