| 04 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Nuevo lío: Colau levanta ampollas a cuenta de una imagen de Franco decapitado

El alud de críticas hacia la alcaldesa no frenará la exposición por mucho que las imágenes se consideren "ofensivas para las víctimas". La propuesta ha desatado la ira de la CUP, ERC y CiU.

| Alejandra Temprano España

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, pretende que la muestra sirva de reflexión sobre el franquismo y su "impunidad" para "remover las conciencias y provocar incomodidad", según declaró el primer teniente de alcalde de la Ciudad Condal Gerardo Pisarello. 

Las dos estatuas icónicas del franquismo que componen esta exposición titulada Franco, Victoria, República. Impunidad y espacio urbano, se colocarán el próximo otoño en la plaza del Born de Barcelona como parte de un proceso de "depuración" de la monarquía que comenzó hace un año retirando precisamente ambas estatuas de sus asentamientos originales. 

Así, el Franco ecuestre de Josep Viladomat, que durante 45 años se exhibió en Montjuïc, volverá a las calles con una pequeña diferencia en su fisionomía porque durante su estancia en los almacenes municipales fue decapitado en circunstancias que aún se desconocen. La "Victoria" de Frederic Marès, que estuvo situada en la confluencia entre el paseo de Gracia y la Diagonal, le acompañará en esta propuesta que "rompe con el silencio de los crímenes del franquismo", según los responsables del Ayuntamiento. 

Esta "ocurrencia" de Ada Colau se enmarca dentro del programa "pasados presentes" con la idea de remover la Guerra Civil española y "confrontar la ciudad ante sí misma para ver las razones de la impunidad", explicó Pisarello.

Por su parte, tanto el líder de ERC en Barcelona, Alfred Bosch, como el diputado de ERC en el Congreso, Joan Tardà, exigieron a Colau que desistiera en sus intentos porque colocar un Franco "sin cabeza" es "frívolo e innecesario y puede ser interpretado como un insulto". 

El exteniente de alcalde de cultura, Jaume Ciurana, criticó duramente la exposición por "banalizar la dictadura" y la CUP, a través de Mireia Boya también censuró la "ocurrencia" de Colau con un mensaje muy directo: "Queremos sacar el fascismo del espacio público, no ponerlo de nuevo. No institucionalizamos la desmemoria".

El último en entrar al trapo de esta polémica fue el "skin" de la CUP, Josep Garganté, que resaltó la "desgracia" que supone que la estatua no haga honor a cómo falleció el dictador y "así estamos", apuntilló.