El CIS revela que la momia de Franco fue un enorme bluf propagandístico del PSOE

Éramos pocos y volvió el CIS. Un día después de que Pedro Sánchez confirmara en su puesto al controvertido José Félix Tezanos como presidente, el Centro de Investigaciones Sociológicas ha publicado un nuevo barómetro. 

Y otra vez con intención de voto, pese a que esta misma semana se ha constituido el nuevo Consejo de Ministros y no hay más elecciones a la vista que las gallegas y vascas (y si acaso en Cataluña).

De hecho el trabajo de campo fue realizado entre los días 29 de noviembre y 19 de diciembre y entre las preguntas se incluye una tan actual como quién ganó el debate televisivo que protagonizaron los candidatos en la última campaña (para uno de cada cuatro entrevistados que lo vieron el que mejor estuvo fue Pablo Iglesias).

En cualquier caso, el CIS sigue rendido al sanchismo y amplía levemente la ventaja del PSOE sobre el PP. Los socialistas crecen tres décimas, los populares bajan ocho. Por lo demás, el panorama se mantiene casi idéntico al de las elecciones. Sube ligeramente VOX (una décima), baja levísimamente Unidas Podemos (0,4%) y Ciudadanos continúa su cuesta abajo y retrocede más de un punto. 

Más interesante que la foto fija electoral que el CIS hace aun sin elecciones a la vista es la pregunta sobre la exhumación de Francisco Franco y sus efectos electorales. 

El barómetro confirma que, pese a los esfuerzos del PSOE por exprimir electoralmente la salida del dictador del Valle de los Caídos dos semanas antes de los comicios, la operación propagandística fue un bluf. 

Una apabullante mayoría de los encuestados, el 93,9%, responde que la exhumación de Franco no influyó en modo alguno en su voto en las elecciones. Y, de los poquísimos que responden afirmativamente, el 76,9% contesta que le sirvió para reafirmar su voto. Es decir, que el PSOE no logró atraerse a nuevos votantes con la momia de Franco.