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El caso Cifuentes reactiva maniobras para eliminar a Cospedal para la sucesión
No es que la secretaria general se considere sucesora, que tampoco lo ha descartado, pero bajo ningún concepto quiere dejar el partido en manos de Soraya Sáenz de Santamaría.
En el PP no es posible ya desligar nada de la carrera sucesoria. Lógicamente, la sustitución de Mariano Rajoy “no toca”. Incluso es descabellado pensar que un político que desde 2011 ha ganado todas las elecciones a las que se ha presentado, vaya a dejarlo motu proprio. Pero, los genoveses ven “verosímil” ese paso al lado y, naturalmente, eso impregna la vida de la formación.
El máster de Cristina Cifuentes ha venido, sin duda, muy bien al sector del partido que desea desactivar a María Dolores de Cospedal. No tanto porque la secretaria general se considere sucesora (que tampoco lo ha descartado), sino porque si algo tiene claro es que no va a dejar el partido en manos de Soraya Sáenz de Santamaría.
Lógicamente, derribar a Cifuentes y tratar de colocar al frente del PP madrileño a algún popular con línea directa con la vicepresidenta del Gobierno, es a lo que juega el sorayismo. Es curioso ver cómo se han movido estos días ministros como Rafael Catalá y Cristóbal Montoro. El mismo coordinador general, Fernando Martínez-Maillo, ha parecido en ocasiones un “quintacolumnista” más de Albert Rivera.
Claro, algunos podían sopesar, aunque sólo sea por un momento, si de seguir de esta forma, cuando llegue de verdad la sucesión, no se toparán con un desierto. Porque, ¿dónde está el Partido Popular?
Mención aparte merece la sorprendente unanimidad que ha reinado en el linchamiento mediático al que se ha sometido a la presidenta de la Comunidad de Madrid. ¿Y quién tiene suficiente fuerza en este país como para poner a medios y periodistas tan distintos curiosamente tan de acuerdo?
