Junqueras monta el "numerito" en el Parlament presentándose a lo Mandela

No era Gandhi resistiendo a los colonos ni Mandela sufriendo el apartheid, sino Oriol Junqueras, condenado por sedición a 13 años de cárcel. Pero viendo el recibimiento que ha tenido, cualquiera lo diría.

Secundado por el presidente del parlamento de Cataluña, Roger Torrent, Junqueras ha irrumpido en la cámara de representación que tanto deformó entre gritos de "libertad", erguido y desafiante, como si soportara sobre la espalda todo el peso de una historia épica.

A su lado, otro "héroe" para sus partidarios, el exconseller Raúl Romeva, que antes de su condena se paseaba por el mundo con el título inexistente de "Ministro de Asuntos Exteriores de la República catalana".

Los dos, y otros cuatro políticos catalanes en prisión, han podido dejar atrás los barrotes durante unas horas para participar en una "performance" que, bajo la apariencia de Comisión de Investigación, es en realidad una manera de enjuiciar desde los partidos de los condenados la aplicación, en su día, del artículo 155 en Cataluña.

Los CDR regresan a las calles y vuelven a provocar destrozos para defender a Torra

Para la mañana están previstas  las comparecencias de los seis exconsellers encarcelados: Oriol Junqueras, Jordi Turull, Raül Romeva, Joaquim Forn, Josep Rull y Dolors Bassa. Pero no la de los presos del 1-O que no formaban parte del Govern, es decir, Carme Forcadell, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart.

Los exconsellers ya habían sido citados en la comisión, pero el Tribunal Supremo lo rechazó, ya que todavía estaban en prisión provisional y era el Alto Tribunal quien debía autorizarlos.

Sin embargo, la Conselleria de Justicia de la Generalitat -que tiene la potestad tras ser condenados por el Supremo- autorizó hace dos semanas su comparecencia para garantizar su presencia en el Parlament al ser un "deber inexcusable, atendiendo a que se trata de una petición formulada por la Cámara catalana". Un eufemismo para recuperar el mensaje de la represión que tanto se escuchó desde el 1-O.

La comparecencia, negada por el Supremo, fue aprobada por la Generalitat para hacer una campaña de propaganda

La hospitalidad del Parlamento se percibirá en más detalles: los seis intervinientes no van esposados, podrán moverse libremente en una sala habilitada para ellos aunque no por los pasillos y, eso sí, testificarán de uno en uno, aunque todos con un mensaje similar.

En los seis casos; volverán al Parlament por primera vez desde que se disolvió la Cámara con la aplicación del artículo 155 tras la declaración de independencia del 27 de octubre, y pocos días después fueron encarcelados.

En plena guerra fraticida

Junqueras, Rull y Turull ya pudieron acudir al Congreso de los Diputados en la sesión constitutiva de la Cámara baja tras las elecciones del 28 de abril, en las que fueron elegidos diputados, y Forn también pudo asistir al primer pleno en el Ayuntamiento de Barcelona como concejal electo en los comicios municipales.

En plena tensión entre ERC y Junts, o lo que es lo mismo entre Junqueras y Puigdemont, esta sesión representa una tregua temporal en sus hostilidades, larvadas durante años y detonadas en público con la inhabilitación como diputado de Torra.