ERC revela su "plan secreto" para usar las embajadas catalanas contra España

No hace tanto, el entonces ministro de Exteriores, Josep Borrell, guerreaba contra las "embajadas catalanas" repartidas por media Europa, muchas de ellas cercenadas cuando el Gobierno de Rajoy, apoyado por el PSOE de Pedro Sánchez, aprobó aplicar el artículo 155 en Cataluña.

Pero eso ha cambiado mucho y, entre los acuerdos de Sánchez con ERC para garantizar su investidura, figuró la reapertura de las delegaciones, como llama eufemísticamente la Generalitat a la mayor herramienta de expansión internacional de su mensaje de independencia.

El Gobierno de coalición levantó la mano asegurando que el Govern no volvería a las andadas. Pero piensa hacerlo y, además, ni invierte un segundo en disimularlo. Este mismo jueves lo ha dejado bien claro Alfred Bosch, sustituto del condenado Raül Romeva en la Consellería de Acción Exterior.

El informe jurídico de Borrell que destapa lo que hay detrás de las 12 "embajadas" de Torra

Y lo ha hecho, además, en una reunión con catorce de los quince "embajadores", con unas palabras que son una mezcla de desafío y desprecio al Gobierno español: sus subordinados tienen que "presionar" en el extranjero para lograr que Pedro Sánchez asuma que los catalanes deben "decidir su futuro".

Más presión

Más claras aún, en la misma línea desafiante, fue su siguiente intervención: "Hemos de llamar a todas las puertas que podamos. Es el momento de hablar con el Gobierno español, que los actores internacionales hablen con el Gobierno español y le presionen para que este diálogo sea firme y sean conscientes de que la única solución viable".

Se trata de unas órdenes directas a sus delegados que contravienen, de manera frontal, el papel permitido a ese tipo de oficinas en el exterior, cuya actividad ha de estar limitada a la proyección económica o cultural de las Comunidades Autónomas de origen y nunca, en cualquier caso, a difundir un proyecto contrario a la Constitución.