| 25 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Pedro Sánchez y Yolanda Díaz
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz

Ferraz entra en pánico ante la guerra sin cuartel de Podemos y el "fuego amigo"

Los socialistas muestran su preocupación por la deriva de los partidos a su izquierda, que puede hacerle perder gobiernos autonómicos y municipales. Hasta seis regiones dependen de ellos

| Enrique Martínez España

El PSOE depende de Unidas Podemos y partidos afines en hasta seis comunidades autónomas actualmente. Sin los morados, la suma de izquierdas no es posible y el gobierno podría caer de manos del centroderecha. Por eso, no es extraño que en Moncloa y Ferraz empiecen a mostrar su preocupación por los resultados que pueda tener Podemos y que eso acabe haciendo perder gobiernos autonómicos.

Por poner un ejemplo, los socialistas valencianos hicieron pública una encuesta interna que señalaba que Unidas Podemos podría quedar fuera de las Cortes Valencianas al no llegar al 5% de los votos.

Para muchos, esta filtración fue un aviso para navegantes ya que sin los escaños podemitas el actual pacto de izquierdas de la Comunidad Valenciana, el Botànic, no sería posible y la derecha les arrebataría la Generalitat Valenciana.

 

No sólo se puede dar esta circunstancia en la Comunidad Valenciana si Podemos no cumple con las expectativas. Gobiernos como el de La Rioja, Navarra, Aragón, Canarias o Baleares dependen ahora del apoyo de los podemitas, y si estos tuvieron un mal resultado o directamente se quedarán fuera de los parlamentos regionales, podría ser la puntilla para un cambio en favor del PP.

Incluso en regiones como Castilla-La Mancha o Extremadura, donde actualmente el PSOE gobierna en solitario con mayoría, el voto de Podemos podría ser determinante en 2023 en un posible empate con la derecha… pero para eso Podemos debería sacar escaños, y la guerra interna, incluso la división en varias candidaturas, hace peligrar eso.

Los socialistas temen que Podemos sea incapaz de llegar a acuerdos con Izquierda Unida o con otras formaciones afines en muchas comunidades o ayuntamientos, lo que significa varias listas de izquierdas en las elecciones, división del voto y que al final nadie obtenga el resultado esperado. Ya le pasó a Manuel Carmena con las esciciones en Madrid, pero ahora, cuando la partida en muchos sitios se juega en un puñado de votos, esta situación puede ser letal.