| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Lo que nos viene encima: el "ministro" de Consumo ponía a Cuba de ejemplo

Alberto Garzón ya ha puesto sobre la mesa las cartas de la baraja con las que jugará cuando prometa su cargo como ministro del Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos.

| ESdiario España

La huella del comunismo de Izquierda Unida en el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez tiene nombre propio. Es Alberto Garzón que ocupará la cartera de Consumo con competencias suficientes y un objetivo marcado, limitar la labor de las casas de apuestas.

Pero no será la única y uno de los mensajes de Twitter publicado por Garzón en 2012 deja en evidencia la línea que pretenderá seguir el miembro de Unidas Podemos al frente de su ministerio, ya que su referente en esta cuestión no es ni más ni menos que Cuba. Un país que lleva décadas sumido en la dictadura de Fidel Castro, en el que la escasez sigue estando presente.

 

 

El mensaje, que ya ha sido eliminado de la red social, aseguraba que: "el único país cuyo modelo de consumo es sostenible es Cuba" y enlazaba, además, con un artículo publicado en el diario Público y firmado por el filósofo Carlos Fernández Líria en el que insistía en esa teoría afirmando que "solo hay un país en el mundo que, por ahora al menos, tiene un desarrollo aceptable y sostenible a la vez: Cuba".

El artículo hacía referencia a una gráfica en la que se establecía una relación entre el consumo y la "huella ecológica" de dicho consumo, situando como país paradigmático de lo que se debe hacer a Cuba, señalado además que "es muy significativo que el único país sostenible del mundo sea un país socialista".

 

Además, añadía que "en términos de desarrollo sostenible, la economía socialista cubana parece ser máximamente competitiva. En términos de desarrollo suicida, no cabe duda, el capitalismo lo es mucho más". 

De hecho, insistía en que "el mayor reproche que se puede hacer al sistema capitalista es, precisamente, que es incapaz de detenerse e incapaz incluso de ralentizar la marcha. El capitalismo es un sistema preso de su propio impulso".

"Un nuevo Auschwitz"

Además, vaticinaba un futuro negro ya que "el planeta no da para tanto. Cuando proponen ese modelo saben que, en realidad, están defendiendo algo muy distinto: que nos encerremos en fortalezas, protegidos por vallas cada vez más altas, donde poder literalmente devorar el planeta sin que nadie nos moleste ni nos imite. Es nuestra solución final, un nuevo Auschwitz invertido en el que en lugar de encerrar a las víctimas, nos encerramos nosotros a salvo del arma de destrucción masiva más potente de la historia: el sistema económico internacional".